Fabián Exequiel Enrique tenía solo 17 años y fue encontrado el martes por la madrugada con dos balazos en la espalda. El integrante de la fuerza justificó que habían intentado robarle el celular.
El hecho ocurrió el martes por la noche. Su cuerpo fue hallado en la entrada de la villa Los Eucaliptos en Quilmes Oeste.
Según el relato del mismo efectivo, que sospechosamente fue a la comisaria a testificar 24hs después del hecho, dos jóvenes intentaron robarle cuando se encontraba detenido en un semáforo. Cuando los jóvenes trataron de darse a la fuga, fue que el efectivo del Grupo Halcón decidió abrir fuego contra los delincuentes.
“Se fue a la casa sin hacer ninguna denuncia. Recién al otro día le contó a su superior, con quien luego se presentó en la comisaría. Lo raro es que es un integrante del Grupo Halcón: tenía que saber que si había disparado de esa manera, había matado”, indicaron las fuentes encargadas de la investigación del hecho.
Según señala Clarín, las vainas encontradas por los peritos en el lugar se hallaban en un montículo de basura en la calle. Es decir, el efectivo policial no habría disparado desde el auto como informó en la comisaría 3° sino que habría corrido tras los jóvenes. Esto es, asimismo, lo que señalan los testigos que vieron lo ocurrido.
El policía disparó cinco veces, de las cuáles dos impactaron en la espalda del joven y que probablemente le produjeron la muerte a éste. Se supo que Fabián Exequiel, se encontraba desarmado al momento de la persecución por lo que el panorama para “actuar en legítima defensa” es complicado para el efectivo de las fuerzas especiales del Grupo Halcón.
Crece el gatillo fácil como política oficial: efectivo del Grupo Halcón fusiló por la espalda a joven de 17 desarmado porque pensó que le iba a robar el celular. Lo informó 24 horas después. La impunidad solo genera más impunidad. El discurso oficial carga nuevos gatillos…
— Myriam Bregman (@myriambregman) February 9, 2018
“Lo que pasó con mi hijo fue que un policía lo mató por la espalda, sin piedad. Lo mató como a un perro”, denunció a Clarín Claudio Enrique, padre del joven asesinado.
Reconoció que el joven tenía problema con las drogas porque consumía desde los 13 años y que frecuentaba esa esquina donde lo balearon.
“El policía se bajó del auto y lo acribilló. Mi hijo no le robó nada y, aunque lo hubiese hecho, tampoco podía pegarle tiros por la espalda. Mi hijo estaba enfermo pero en ese momento no estaba drogado”, insistió.