El primer representante que tuvo la pulga reveló cuál fue la reacción del crack al compartir por primera vez una cena con Juan Román Riquelme. Enterate acá.
Cuando Juan Román Riquelme llegó a España para defender la camiseta de Barcelona, en La Masía ya eran conscientes de que tenían a una joya en Lionel Messi, quien con 16 años jugaba para la categoría Cadete. Por entonces, la carrera de La Pulga no la manejaba su padre Jorge, sino Josep Minguella que se encargó de revelar cómo fue el primer encuentro entre Leo y Román.
“A veces venía a casa cuando hacíamos alguna barbacoa. Recuerdo una en concreto a la que vinieron Riquelme, Rochemback, Motta y algún otro jugador. La hicimos una tarde-noche y aún puedo verle sentado en el fondo de una mesa desde donde miraba así, por debajo del pelo, a Riquelme. Lo observaba como si fuera Jesucristo Superstar. ¡Claro! Para él era el ‘10’, zurdo, jugaba en el primer equipo del Barça y era su gran ídolo. Pero solo lo miraba porque Leo era muy discreto y le tenías que sacar las palabras”, le contó el agente al diario Sport.
Años más tarde, y después de que la prensa argentina intentara instalar una rivalidad entre Lionel Messi y un Juan Román Riquelme que, bien lo dijo Minguella, era su ídolo; ambos se dieron el lujo de conducir juntos a la Selección Argentina para colgarse la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008.
Minguella aprovechó para elogiar también el estilo de vida que lleva La Pulga, muy diferente al de la mayoría de las superestrellas del deporte: “Sale de vez en cuando en una foto con la mujer y los hijos. O con Suárez. Que de un personaje de este nivel no te enteres de nada es una bendición. Se va a no sé dónde a hacer un anuncio y ni te enteras. Eso es una doble suerte porque si un personaje así te sale un poco rebelde a nivel de comportamiento, de educación, con los compañeros, te crea un problema extra y, en cambio, desde que llegó y hasta ahora, 18 años después, no se le conoce nada”, concluyó.