Se trata de Eric Torales, imputado por propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa agravada por el resultado de enfermedad y muerte. Podría caberle hasta 5 años de prisión.
Este lunes fue procesado Eric Luciano Torales, el contador público de 24 años que tras regresar de los Estados Unidos no respetó la cuarentena que debía guardar por llegar de una zona con alta circulación de coronavir us y asistió a una fiesta de 15 en Moreno. Así lo dispuso el juez federal de Morón, Néstor Barral, que también lo embargó por 50 millones de pesos y no ordenó la prisión preventiva.
Para el magistrado sin embargo “no hubo un obrar deliberado o intencional del imputado en la diseminación de la enfermedad, sino más bien que se trató de un comportamiento imprudente conforme surge de algunos testimonios de los concurrentes a la fiesta, el nombrado saludaba de lejos a los invitados, lo que revela que no tenía intención de contagiar ni de propagar el virus”.
El fallecimiento del abuelo y la enfermedad de otras personas, “son el resultado plausible de que propagó la enfermedad al tomar un camino distinto a las medidas adoptadas por las autoridades competentes”, consigna el fallo.
“No quedan dudas que el comportamiento de Torales resultó un peligro para la salud pública -bien jurídico protegido-, a punto tal que produjo un daño concreto en la salud de varias personas” y la muerte del abuelo, indica el fallo.
Para la justicia, Torales “tuvo la posibilidad de evitar el riesgo de propagar una enfermedad sobre la cual se habían emitido decisiones para tratar que no ocurra una crisis sanitaria y social incontrolable, pero siguió adelante y concurrió a una reunión, representándose el resultado, pero confiando en que no iba a ocurrir”.
Como la figura que se le imputa Torales es culposa, por negligencia o imprudencia, podrían caberle hasta cinco años de cárcel.
Según detalló el portal Minuto Uno, para el juez Nestor Barral, la propagación de la enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas, con resultado de lesión en alguna de ellas y muerte en el caso del abuelo del joven, Luis María Suárez, “le es imputable a Torales en los términos de culpa”.
La causa se originó el 22 de marzo pasado, a partir de la denuncia presentada ante la Fiscalía Federal Nro. 1 de Morón, por Melina Mariel Fernández, en su carácter de ciudadana e intendenta del Municipio de Moreno, dando cuenta que el 19 de marzo, el sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) de esa localidad, había recibido cinco llamadas de distintas familias que referían tener algún miembro con “síndrome febril” y que, coincidentemente habían concurrido el sábado 14 de marzo a una fiesta de cumpleaños, a la que asistió el joven que recientemente había regresado de los Estados Unidos.
Para ese momento Torales se encontraba internado desde el 16 de marzo en un “sanatorio privado” de la Ciudad de Buenos Aires y el 20 de marzo el Sistema de Información Sanitaria Argentina confirmó que era positivo al Covid-19.
Torales había asistido el 14 de marzo a una fiesta de cumpleaños, que se había llevado a cabo en el salón “Alma de Hornero” de la localidad de La Reja, a la que concurrieron cien invitados. Esta situación motivó que funcionarios del municipio se comunicaran con esas personas, a los fines de informar que debían permanecer aisladas.