El científico confiesa cómo vivió el momento en el que el conductor lo acusó de recibir dinero para investigaciones por ser funcionario del Gobierno. “Mucha gente considera que soy un corrupto”, asegura.

En un momento en el que el “gobierno de científicos” de Alberto Fernandéz está en el centro de la mira (por el coronavirus, pero también porque todavía resuenan las promesas de campaña) Diego Golombek no tiene reparos en asumirse como un representante de la comunidad científica argentina.

Además de su extensa labor en divulgación científica (por la cual recibió en 2017 el premio Konex de Platino) desde hace décadas lidera el Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), conduce el ciclo Taller en Casa la TV Pública, es investigador independiente de Conicet, y desde diciembre se desempeña en el Ministerio de Educación como director del INET.  Este último cargo fue el que le valió el enfrentamiento con Jorge Lanata en el primer programa de Periodismo Para Todos, en el cual se dijo que Golombek había recibido dinero para hacer investigaciones sobre coronavirus porque estaba alineado políticamente con el oficialismo.

A pesar de que el investigador saliera inmediatamente a aclarar la situación, el periodista redobló la apuesta en su programa de Radio Mitre, Lanata Sin Filtro: “lo que nosotros decimos es exactamente así, el gobierno le da subsidios a los científicos amigos, que aparte son funcionarios”.  Se refería a la asignación de subsidios para proyectos de investigación en COVID-19, cuya selección se publicó a fines de abril, y en la cual, efectivamente, el Laboratorio de Cronobiología de la UNQ recibió 10.000 dólares para llevar adelante el proyecto “Desafíos cronobiológicos asociados al aislamientos social”, actualmente bajo la dirección de otra investigadora del equipo. Según explicó Golombek en twitter, él renunció oportunamente a la dirección del proyecto tras asumir el cargo en el Ministerio de Educación.

-Lo que pasó en PPT ¿te sorprendió?

-Mucho. Obviamente yo no veo el programa, así que me empezaron a llamar por teléfono y respondí rápidamente. Esto tiene que ver con la ignorancia general de cómo funciona el sistema científico. La mayoría no tiene idea de lo que es un subsidio de investigación, y dijeron “mirá, le dan un premio y encima ahora es funcionario público”. Eso, además de maldad, denota ignorancia. Y la maldad no se cura, la ignorancia, sí. Además estaba todo lo mal lo que decían, estaba mal chequeado, hablaban de un subsidio de 100 mil dólares cuando eran 10 mil y decían que yo era el director cuando no lo soy. Son cosas que se resuelven con un llamado telefónico.

-¿Por qué alguien tendría la maldad de  pegarle a una persona como vos?

-Es una cuestión ideológica, de querer agarrarse de donde se pueda. Yo no lo sigo mucho a Lanata, pero me parece muy claro que perdió el rumbo hace rato. Era un tipo muy admirable, que fundó Página/12, revistas históricas. Le habrá gustado el poder, la guita, no sé. Yo no lo puedo juzgar, pero hay una cosa de “peguemos por donde encontremos una rendija”, y si es falsa no importa, porque ya instalamos el tema. Es exactamente eso lo que pasó en redes, hay mucha gente que sigue este tipo de periodismo que ya considera que soy un corrupto. Yo no puedo hacer nada en un mundo donde las noticias falsas,corren más rápido y más lejos que las verdaderas. Me queda respirar tranquilo y seguir laburando.

-En temas científicos, ¿los medios de comunicación son confiables?

-A veces, informan cualquier verdura. Es notable la cantidad de personas de otro palo que está opinando de cuestiones científicas, con los economistas a la cabeza. Como se busca un equilibrio de fuentes, a veces se busca eso también cuando se cuenta ciencia, y no tiene nada que ver. En ciencia, en general, no hay dos campanas: no hay alguien que te diga que este experimento que hiciste vos, a mi me dio lo contrario. Hoy, quienes están informando científicamente, suelen no ser las personas más capacitadas para hacerlo.

-¿Qué se hace para combatir la ignorancia?

-Los científicos tienen que involucrarse más, y más seriamente. Hay que contar en los programas de tele qué es el sistema científico. La gente quiere saber de qué se trata, hay más interés. Muchas veces te cuentan en un medio que la nota de ciencia fue una de las más leídas.

-¿Vos te sentís cómodo como científico en la televisión?

-Cuando un científico se pone a contar ciencia en televisión tiene muchas cosas en la cabeza. Por ejemplo, quién va a estar escuchándolo.Yo ahora me divierto haciendo el ridículo. Al principio me divertía igual, pero sabía que del otro lado había un juicio feroz. Me pegaban por todos lados. Es obvio que la vas a pifiar. Lo primero que hice en un programa de Paenza fue una burrada enorme que me mandé en la cocina, y me mataron (con razón, debo decir). También tuve respuestas a pedidos de subsidios que decían cosas del estilo “ la ciencia está bien, pero el investigador está demasiado ocupado en otras cosas”. Igual, después me lo dieron.

Fuente: Exitoína

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