A más de cinco meses del DNU de Alberto Fernández que dicto la cuarentena, este viernes confirmaron un amistoso entre Boca y Tigre que será la prueba para el protocolo del estadio y para los jugadores que necesitan sumar minutos de fútbol de cara a la Copa.
De cara al primer encuentro en la Copa Libertadores, Boca atraviesa su tercera semana de entrenamientos y en el club trabajan en la Bombonera para cumplir con todos los requisitos que dispuso Conmebol. En este contexto, el equipo de Miguel Ángel Russo jugará un amistoso que se programará para las próximas semanas con la idea es probar el protocolo.
Según informó el periodista Matías Bustos Milla, el club instaló tras firmar un convenio un sistema sanitizante en los ingresos de Brandsen 805 y la intención es sumar al menos dos más de los túneles sanitarios en los acceso a de los planteles. También se instalarán en las puertas del Complejo Pedro Pompilio, del Polideportivo Quinquela y del predio de Ezeiza.
Para ese amistoso, el club debe tener la autorización correspondiente de la AFA, ya que por ahora no aparece en el protocolo información sobre los amistosos. Aunque los clubes ya empezaron a reclamarlos y la TV pretende televisarlos para empezar a recuperar el tiempo y dinero perdido.
De no tener autorización para hacerlo de manera formal en la Bombonera, que es el escenario en el que Boca jugará por la Libertadores bajo el protocolo de Conmebol, la alternativa es el Centro de Entrenamiento de Ezeiza, donde el plantel xeneize trabaja diariamente desde que lo permitió el Gobierno.
Si bien es cierto que de ahora en más a cada jugador que le dé positivo el testeo correrá riesgo de participar de la Libertadores, para Russo y compañía es imperioso iniciar los trabajos de fútbol al menos en espacios reducidos y tener cuanto antes un ensayo de juego. “Pensar en que vamos a llegar al 100 sería equivocarnos”, dijo Russo, que en conjunto con las tareas del preparador físico, Damián Lanatta, van ganándole días al trabajo con las jornadas de doble turno.