El astro argentino habló con La Garganta Poderosa y dejó algunos títulos sobre su visión de la realidad del país.
El capitán de la Selección Argentina, Lionel Messi, se prestó para la tapa de la edición número 100 de La Garganta Poderosa.
Allí, el rosarino hizo referencia a la situación del país. “La desigualdad es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad y hay que luchar para corregirla cuanto antes”, expresó.
En la entrevista exclusiva que el jugador del Barcelona se refirió a su infancia y al importante rol de los comedores sociales en sus inicios. “En ese entonces no podía ni siquiera imaginar hasta dónde me llevarían aquellos pasos iniciales en el barrio”, lanzó Messi.
Otro de los mensajes de conciencia que el capitán albiceleste dejó en la entrevista fue: “Cuando no hay un conocimiento de la realidad, la opinión no tiene valor, es puro ruido”.
También elogió el trabajo social de las cocineras de las ollas populares, los comedores y merenderos que se extienden a lo largo y ancho de Argentina a la distancia: “Me produce un orgullo inmenso ver cómo se involucran, incluso en tiempos tan complicados como los que estamos viviendo”.
Y añadió: “Las copas que se levantan este año deberían ser para todas las personas que se implican para ayudar de esa manera a los que más lo necesitan”.
Para la Pulga “la educación es la base de todo” en el desarrollo de los jóvenes: “Es imprescindible, para quienes más lo necesitan, preservar todo servicio fundamental en situaciones como esta pandemia; el agua, la electricidad e incluso los alimentos de primera necesidad”.
El rosarino ya había hecho hincapié en la difícil realidad que atraviesa el país en el debut con triunfo en las Eliminatorias Sudamericanas frente a Ecuador en la Bombonera y delante del micrófono expresó: “Fue un año complicado para todos. Lo que estamos viviendo los argentinos es muy difícil. Lo sentimos mucho al jugar con la Selección y hoy queríamos darle una alegría a la gente con esta victoria, más allá del juego. Es bueno para descomprimir un poco”. Y agregó: “Desde acá le mando mucha fuerza a toda la Argentina porque sé que es un momento muy difícil”.
Hubo, lógicamente, una línea para su presente futbolístico. A los 33 años pudo haber perdido algo de explosión física pero absorbió muchos conocimientos tácticos con los que saca provecho en cada encuentro, tanto con el Barça como con la Selección.
“Hoy me obsesiona menos el gol, por ejemplo. Y trato de aportar lo máximo para el colectivo”, sentenció.