Juan Ignacio Buzali fue arrestado esta tarde por la Policía Bonaerense y será indagado mañana por tentativa de homicidio tras haber atropellado a dos motociclistas.
El caso de la diputada provincialde Cambiemos, Carolina Píparo acelera su resolución tras el robo que sufrió en Año Nuevo y el incidente posterior que protagonizó junto a su marido, Juan Ignacio Buzali, donde atropelló a dos jóvenes motociclistas a los que creyeron eran los asaltantes.
Los heridos, de 23 y 17 años, eran ajenos al hecho y debieron ser internados por heridas. El abogado de los jóvenes sostuvo la inocencia de ambos desde el primer momento: las motos estaban a su nombre y no huyeron del lugar.
Esta tarde, luego de evaluar pruebas y resolver la imputación contra Buzali, la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, a cargo de la UFI N°17 de La Plata, pidió su detención.
Fue arrestado por personal del área de investigaciones de la DDI de La Plata en su casa de un country de la zona de City Bell.
La calificación en su contra: tentativa de homicidio, según confirmaron fuentes judiciales con acceso al expediente, la misma que había sido pedida por el abogado Martín De Vargas, el abogado que representa a Lavalle, particular damnificado en el expediente.
Tras su arresto, fue trasladado a la DDI de La Plata: será indagado mañana por Di Lorenzo.
El miércoles, Píparo declaró como testigo con sus abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola presentes.
Declaró inicialmente por el robo, aunque también habló del hecho que le costó un viaje al hospital a Lavalle con su cabeza abierta.
Lo que afirmó fue sumamente llamativo para la Justicia: aseguró que en un momento señaló a un grupo de motociclistas entre los que estaba Lavalle y le dijo a su marido que eran “los que me afanaron” y afirmó que intentó un “seguimiento tranquilo”.
“Cuando nos encontramos con las motos encima, quisimos escapar de esa situación. Creo que escapamos por un costado, me doy cuenta obviamente que chocamos porque sentí un golpe y le empecé a decir a mi marido que corra y le dije con mucha presión ‘Acá los dos no nos morimos’ y le metí mucha presión para escapar porque las motos seguían atrás”.
“Jamás pensé que podíamos llevar una moto debajo del auto”, siguió.