El valor de la criptomoneda estrella cayó rápidamente luego de que la empresa de autos Tesla decidiera suspender sus compras en bitcoin.
La empresa de autos eléctricos Tesla decidió este miércoles suspender sus compras de vehículos en bitcoin por preocupaciones ambientales. En medio de este sorpresivo anuncio, la principal criptomoneda del mundo cayó cerca de 13%.
“Tesla ha suspendido las compras de vehículos con bitcoin. Nos preocupa el rápido aumento del uso de combustibles fósiles para la minería y las transacciones de bitcoins, especialmente del carbón, que tiene las peores emisiones (de gases de efecto invernadero)”, comunicó la firma de manera oficial.
“Las criptomonedas son una buena idea para determinados niveles y creemos que tienen un futuro promisorio pero esto no puede implicar un gran costo para el ambiente”, sostuvieron.
La compañía conducida por el multimillonario Elo Musk aclaró que no va a estar vendiendo ningún bitcoin y que va a volver a utilizarlo tan pronto como cuando el proceso de la minería se vuelva más sustentable. Paralelamente, aseguró que están analizando otras criptomonedas que consuman menos del 1% de energía que lo que consume el bitcoin.
El empujón de Elon Musk al bitcoin
Por otra parte, luego de que Elon Musk comunicara la decisión de Tesla le dio un gancho directo a la mandíbula a la criptomoneda. En menos de media hora llegó a perder u$s6.000 y luego su precio siguió bajando por debajo de los u$s50.000 lo que implicó una pérdida de casi 13%.
El multimillonario informó que su empresa de autos eléctricos no aceptará más Bitcoin como método de pago debido al impacto ambiental que genera la “minería” de esa criptomoneda.
El impacto fue inmediato: el precio del principal activo digital se desplomó desde cerca de los u$s57.000 hasta los u$49.900, lejos de lo que era su cotización de las últimas horas, y cuando algunos analistas presagiaban un nuevo ciclo alcista que podía llevar al Bitcoin a superar nuevamente su máximo histórico de u$s64.000.
La compañía de Elon Musk, el segundo hombre más rico del mundo, había entrado en una paradoja existencial cuando decidió aceptar Bitcoin como moneda de pago e incluso invertir en ella. Y es que la “minería” de criptomonedas genera gran cantidad de consumo de energía eléctrica que proviene principalmente de fuentes no renovables, lo que genera un fuerte impacto ambiental.
“Estamos preocupados por el rápido crecimiento en el uso de combustibles fósiles para minar y transferir Bitcoin” indica el comunicado. Si bien ahora cancelan la compra de vehículos con Bitcoin, dicen que las criptodivisas son una buena idea “en muchos aspectos” y que creen en su futuro prometedor.
En el mismo comunicado, Tesla explica que analiza opciones para utilizar otras criptodivisas “que usan <1% de la energía que consume Bitcoin por cada transacción”. Allí aparece en el horizonte Ethereum, hoy una de las del momento, o incluso Dogecoin, la favorita de Musk.
El cambio de postura de Tesla no deja de ser llamativo. Apenas semanas atrás de abril informó que su inversión en bitcoin al 31 de marzo puede valorizarse en u$s2.480 millones. Y dijo que los retornos por ventas de activos digitales llegaron a u$s272 millones, con un “impacto positivo” de u$s101 millones.
Ese movimiento generó que Elon Musk fuera acusado de “inflar” el precio del Bitcoin mediante mensajes publicados en Twitter que hicieron subir el precio más de una vez, y luego desprenderse con una jugosa ganancias.
La caída del Bitcoin arrastró a otras criptomonedas a borrar buena parte de las ganancias que habían obtenido en los últimos días. Por caso, Ethereum abandonó su máximo histórico de $4.300 para bajar hasta los u$s3.900. Mientras que Dogecoin, que el fin de semana había llegado a u$s0,70 previo a la aparición de Elon Musk en el programa “Saturday Night Live”, bajó hasta los u$s0,40.