Tras el escándalo y la suspensión del partido por las Eliminatorias al Mundial de Qatar 2022, en las últimas horas trascendió el caso de un delantero brasilero que viajó de Londres a Brasil y al otro día se encontraba entrenando en suelo carioca. ¿Y ahora?
El futbolista Willian Da Silva, al igual que Dibu Martínez, Cuti Romero, Lo Celso y Buendía viajó desde Inglaterra pero que no tuvo las mismas barreras para ejercer su actividad. El delantero, que hasta hace días pertenecía al Arsenal de la Premier League, aterrizó en San Pablo el 1 de septiembre aterrizó para unirse al Corinthians y a los dos días ya se entrenaba con sus nuevos compañeros. Sin ningún tipo de aislamiento, el punta de 33 años no tuvo impedimentos por parte de Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil).
Si bien hubo versiones que señalaban en un principio que la medida de cuarentena obligatoria regía solo para extranjeros, el director de Anvisa, Antonio Barra Torres, aclaró que no es así: “Esta determinación es para todos porque hay una determinación de derecho internacional que todos aquellos que son nacidos en un determinado país no se les puede impedir que regresen a su país. Para quienes son brasileños tienen que presentar el PCR negativo antes de subirse al avión y tienen que tener el pasaporte sanitario y quedarse aislados al ingresar a Brasil en la ciudad de destino”, declaró en diálogo con el programa Equipo F de ESPN.
Sin embargo, el director de Anvisa no pudo explicar por qué a los futbolistas argentinos se los deportó en medio de un operativo caótico que fue replicado por los principales portales del mundo y con Willian no se actuó: “No tengo conocimiento de eso. Si hay una denuncia es una denuncia grave por una infracción sanitaria grave que será tratada”.
Además, dejó en claro que el problema fue solamente con los cuatro futbolistas que actúan en la Premier League y que el partido podía haber continuado siempre y cuando ellos abandonaran el estadio y se marcharan rumbo al aeropuerto. Obviamente, esa opción nunca fue barajada por la delegación argentina, tal como remarcó el propio Scaloni.