Así lo confirmo la Cámara Federal de Casación, se trata de un gran avance en la sanción de la responsabilidad empresarial en crímenes de lesa humanidad.
La Cámara Federal de Casación confirmó las condenas de dos exdirectivos de la automotriz multinacional ‘Ford’ por secuestrar y torturar a 24 trabajadores durante la última dictadura militar.
Se trata de 24 trabajadores de la multinacional que fueron secuestrados luego del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. A 17 de esos trabajadores los secuestraron dentro de la propia fábrica.
Pedro Müller, Héctor Francisco Sibilia y Santiago Omar Riveros deberán cumplir penas de 10, 12 y 15 años de prisión en una carcel común, respectivamente.
“Se pudo comprobar la crisis económica que había padecido el sector automotriz desde principios de la década del ’70, de la cual esta empresa no fue ajena, aunada a la activa organización gremial de los trabajadores de planta durante los años 1975 y 1976; así a partir del 24 de marzo de 1976 Ford Argentina actuó mancomunadamente con las fuerzas armadas y de seguridad, con el fin de ejercer el poder represivo contra sus empleados. Para ello fue decisivo el trabajo en conjunto con los directivos, a los fines de individualizar y acallar a sus dirigentes gremiales, proscribir las huelgas y organizaciones sindicales y evitar de ese modo cualquier entorpecimiento que pudiera repercutir negativamente en los niveles de producción”, escribió Slokar en su voto.
“La firma y sus altos directivos no sólo conocían y colaboraban con las fuerzas ejecutoras del terrorismo estatal, sino que realizaron un aporte activo, directo y coordinado con el propósito de lograr una política de disciplinamiento que favoreciera los niveles de producción”, añadió Slokar.
“En ese orden, indicaron las víctimas que pusieron a disposición un sector donde funcionó el centro clandestino de detención dentro de la propia planta y facilitaron insumos, espacios y camionetas de la misma empresa para el traslado de las víctimas –atadas y encapuchadas– desde sus domicilios hacia sus instalaciones u otros centros de detención, además de suministrar unidades sin patentamiento y documentación pertinente de los vehículos automotores modelo Falcon de la marca, ícono en el accionar represivo clandestino de la última dictadura cívico-militar”