El club parisino no vio con buenos ojos la actitud del delantero argentino de no presentarse a entrenar por el conflicto que mantiene con su esposa y representante Wanda Nara.
La crisis matrimonial con Wanda Nara, quien también es su representante, sumó un nuevo capítulo a la carrera futbolística de Mauro Icardi quien retomó los entrenamientos con el PSG tras varios días de ausencia en medio del escándalo de la separación y supuesta infidelidad que involucró a la China Suárez.
El delantero de 28 años dejó de lado el fútbol y a principios de semana viajó a Milán a intentar recomponer su matrimonio, buscando el perdón de Wanda.
En este contexto, el PSG le otorgó un permiso especial para ausentarse a los entrenamientos del domingo y del lunes y el jugador no fue tenido en cuenta para el partido del martes ante el Leipzing por la Champions League.
El jueves, de vuelta en París y ya en compañía de Wanda, Icardi volvió a presentarse en el Camps des Loges para unirse a la práctica y ponerse a disposición del entrenador Mauricio Pochettino para el partido del domingo ante el Olympique de Marsella.
Sin embargo, desde Francia los medios alertaron sobre la salud mental y moral de Mauro Icardi a raíz del escándalo mediático que vivió por estos días y que tuvo repercusión en varios medios del mundo.
El diario Le Parisien apuntó directamente a cuestionar al jugador con el título: “¿Mauro Icardi realmente tiene la cabeza en el fútbol?”.
En la nota se cuestionaron si Icardi “superará realmente sus preocupaciones privadas” y si estas “pueden afectar el rendimiento en el campo”.
Quien se pronunció al respecto fue Elie Baup, ex entrenador de Burdeos, Nantes y Olympique de Marsella: “He conocido jugadores que han perdido hijos o que han tenido hijos muy enfermos. El fútbol, obviamente, se vuelve irrisorio en esos momentos”, sostuvo.
“Los golpes duros no perdonan a nadie, pero cada caso es específico. Recuperarse, puede llevar tiempo o resultar temporal. Depende del jugador. Y el trabajo del club y su gerente. Tenemos que interesarnos en su salud moral en esos momentos. Es una obligación en sí misma. Debemos poner en marcha todas las herramientas disponibles para apoyar al chico que está sufriendo”, indicó.