Un suboficial principal del Ejército Argentino, fue hallado sin vida días después de haber sido denunciado por torturar y asesinar a un perro callejero.
Martín Orellana, suboficial principal del Ejército Argentino, fue hallado sin vida en el Parque Helios Eseverri de la localidad bonaerense de Olavarría, días después de haber sido denunciado por torturar y asesinar a un perro callejero.
El hallazgo se dio en horas de la mañana del domingo, pasadas las 9 cuando una persona alertó al 911 haber encontrado un cuerpo sin vida en el mencionado parque.
Tras el arribo de los efectivos, se montó un importante operativo y familiares confirmaron que la persona fallecida era Orellana.
El sábado por la tarde, familiares de Orellana habían denunciado su desaparición y había comenzado la búsqueda por “averiguación de paradero”.
Según las fuentes policiales, el suboficial de 49 años había salido de su casa el viernes sin sus pertenencias y desde ese día nadie había podido comunicarse con él.
Orellana cumplía funciones en el Regimiento de Caballería Tanques 2 situado dentro de la Guarnición Ejército Olavarría y estaba acusado de haber torturado a “Malevo”, un perro callejero, hasta asesinarlo.
El caso de Malevo en Olavarría
Con la consigna “Justicia por Malevo“, los vecinos de Olavarría se movilizaron frente al acceso a la Guarnición Militar, donde el suboficial había golpeado hasta la muerte al perro callejero.
Malevo había encontrado refugio en esa unidad del Ejército Argentino, donde algunos militares lo cuidaban y hasta le daban de comer.
Pero un miembro del Regimiento de Caballería Tanques 2 “Lanceros General Paz” lo arrastró y lo golpeó hasta matarlo.
El hecho, sobre el que hay registros fotográficos que forman parte de la denuncia penal que se tramita en la Fiscalía Federal de Azul, tomaron estado público y generaron indignación entre los vecinos de Olavarría.
Los delitos que investiga la Justicia son “maltrato y crueldad animal“, contemplados en la ley nacional 14.346, que prevé penas de hasta un año de prisión.
En tanto, el Departamento de Comunicación Institucional de la Secretaría del Ejército Argentino le había dado licencia para el militar, y calificaron el hecho como “lamentable y altamente infrecuente” dado que “el cuidado y la preservación de los derechos de los animales han sido una constante en el accionar” de esa institución.