El ministro de Economía se aseguró este viernes que el impacto de la guerra en Ucrania “no está siendo tan negativo para alcanzar las metas” con el FMI.
Así lo manifestó esta tarde el titular del Palacio San Martín en una entrevista con medios en la Embajada Argentina en Estados Unidos, en el marco de su participación en la Reunión de Primavera del Fondo Monetario y el Banco Mundial, en Washington.
En cuanto a la reunión que mantuvo con Kristalina Georgieva sostuvo que: “En este encuentro se revisó el trabajo de la semana y el buen progreso que se viene verificando en la implementación de lo pactado con el Fondo. En las reuniones se analizó el contexto internacional y las implicancias de la Guerra en Ucrania, que están generando un proceso inflacionario a nivel global. Hay países que no tenían inflación y hoy tienen indicadores de 2 dígitos. Hay un consenso internacional para evitar las consecuencias distributivas de la crisis. Importancia de los gobiernos para evitar el incremento de la desigualdad y promover una recuperación económica compartida”.
A su vez, se refirió a la alarmante suba de precios e inflación: “Para atacar la inflación, necesitamos una política macroeconómica consistente. Un programa fiscal, monetario y cambiario y eso es lo que hemos trazado. Es fundamental que Argentina experimentó un crecimiento de divisas para fortalecer la estabilidad cambiaria para que crezcan las reservas internacionales. Eso se complementa con políticas de precios e ingresos, cuya efectividad depende de la implementación del programa y los efectos del mismo en las expectativas”.
Por otra parte, se expresó en torno al proyecto de Renta Inespereda: “Respecto al proyecto a la renta inesperada lo hemos hablado con el FMI y junto con muchos otros países que están buscando contener los efectos distributivos por la guerra. Por ejemplo, Italia anunció un esquema a la renta inesperada por el impacto en el sector energético. Nosotros buscamos que el contexto internacional no genere un efecto inequitativo en el país”.
En ese sentido, agregó: “A lo que se apunta es capturar parte de la renta inesperada y fomentar la inversión. Si los ingresos inesperados se reinvierten, la contribución de las empresas será menor. Estamos hablando de un impuesto único a empresas con ganancias superiores a 1.000 millones de pesos, ingresos en números reales y que tengan un margen de ganancia elevado. Es menos del 1% de las empresas Argentinas que han tenido ingresos superiores a mil millones. Es un impuesto único, para el año 2022”