La vicepresidenta manifestó que el único renunciamiento en la historia del peronismo fue, vjustamente, el de Eva Perón.
“No es ni renunciamiento ni autoexclusión, es proscripción”. Con estas palabras, Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente por primera vez desde la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
En pleno clima de fervor futbolístico, CFK no escapó a la metáfora de la necesidad de un “arbitro en serio del Poder Judicial” y cerró su discurso en Avellaneda pidiendo: “Argentina y democracia sin mafias, nos lo merecemos”.
“Vamos a hablar clarito que yo soy peruca y hablamos clarito: el único renunciamiento fue el de Eva Perón”, arrancó, encendida, Cristina Kirchner en la inauguración Polideportivo Municipal “Diego Armando Maradona” en Villa Corina, mientras a su lado, el intendente Jorge Ferraresi y el gobernador Axel Kicillof reían.
Después de decir estas palabras, el polideportivo se sacudió bajo el canto de “Cristina presidenta”, pero ella rápidamente los atajó: “No no no, no sean malos. Acá no hay renunciamiento ni autoexclusión, hay proscripción”.