El ministro de Seguridad porteño pidió licencia de dos meses.
Luego de que se dieran a la luz los supuestos chats entre Marcelo D’alessandro con un importante asesor del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, el titular de la cartera de Seguridad decidió pedir licencia y dar un paso al costado temporalmente.
Según trascendió en las últimas horas, la defensa de D’Alessandro no convenció ni a los propios y se agudizó el malestar en la cúpula del PRO. Por un lado, salió Elisa Carrió a defender al ministro y le marcó el terreno a Larreta. Afirmó que sí el jefe de Gobierno porteño cede “ganaría el relato del kirchnerismo”. “Ceder” en este caso, significaría apartar a D’alessandro de su cargo.
Mientras tanto, el “ala dura” del PRO sonríe en silencio. Es que Patricia Bullrich le declaró la guerra electoral a Larreta, hace rato, y cada desestabilización de las”palomas” del JxC se celebra como una victoria puertas adentro.
Así, finalmente, D’Alessandro deja el ministerio. Lo hace, para salvar las formas, con una licencia temporaria y con la excusa de que reunirá evidencias para desarticular las “falacias” en su contra.
Lo cierto es que Larreta sostuvo tres veces a D’Alessandro: primero, cuando se filtró que había viajado a Lago Escondido, a pesar de que el ministro lo negó en todo momento. Segundo, cuando se difundieron los chats donde D’Alessandro, el jefe de los fiscales Juan Mahiques y un grupo de jueces federales y directivos del Grupo Clarín conspiraban para tapar la información y enterrar sus consecuencias judiciales. Por último, también lo defendió cuando salió una segunda filtración de chats en los que D’Alessandro coordinaba acciones con un emisario del titular de la Corte, Horacio Rosatti, y otros chats con un empresario del negocio de las grúas en CABA.