El Fluminense de Germán Cano fue ampliamente superior al equipo argentino, qué reclamo por el flojo arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich.
Fue el primer gran desafío de Martín Demichelis como entrenador de River, y terminó siendo la peor derrota que ha sufrido el Millonario en Copa. A pesar del gran primer tiempo planeado por el DT, en el segundo tiempo River hizo agua y Demichelis asumió la responsabilidad por errarle a los cambios.
“Nos hacen el segundo gol cuando mejor estábamos, continuamos mejor después del gol. Con la expulsión de Leandro se nos hizo difícil contrarrestar a este equipo. Me hago cargo de los cambios, fue para para defender con seis. Me decidí por Emanuel porque lo esperamos hasta la entrada en calor. Sabía que estaba amonestado Leandro, pero lo viene haciendo muy bien. Después de la expulsión se descompensó todo”.
Germán Cano fue el verdugo de River en Brasil. Se llevó la pelota. El delantero argentino de 35 años se encuentra en un momento inmejorable y ayer a la noche la defensa del conjunto argentino lo sufrió.
Se trató de una decisión extraña en el momento más sensible del semestre y justo antes de su primer superclásico, y en el Monumental. Porque toda la confianza que se había ganado Demichelis y la ilusión generada en los hinchas se embarró en un ratito. Y los fantasmas de la sucesión de Gallardo que él había enterrado de inmediato podrían empezar a aparecer, como apareció en Río su falta de experencia para adaptarse a las mañas de la Copa Libertadores.