Se cumplen casi tres decadas del atentado terrorista más grande en territorio argentino.
El ataque a la AMIA fue el mayor atentado terrorista de la historia argentina. Luego de varios años de investigación, la causa se transformó, en un laberinto sin fin repleto de irregularidades. Se involucró al expresidente Carlos Saúl Menem y también se intentó de involucrar falsamente a policías bonaerenses.
Tan pésima fue la investigación y se cruzaron tantos intereses que, en la actualidad, se encuentra totalmente estancado, y sin rumbo alguno.
El atentado ocurrió el 18 de julio de 1994 cuando un coche bomba se estrelló contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), dejando un saldo de 85 muertos y 300 heridos.
“Es la impunidad en la máxima potencia. No se ha podido conseguir una sola prueba judiciable para determinar algún responsable. Los juicios solo han arrojado condenas para el juez, fiscales y algunos más que tenían el deber de investigar”, aseguró al respecto Sergio Burstein, referente del grupo Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA 18-J
El fiscal Raúl Pleé pidió que Telleldín, quien solo está condenado por haber recibido un pago ilegal de 400 mil dólares por parte de la SIDE para involucrar falsamente a policías bonaerenses en el atentado, también sea considerado responsable por el ataque en sí.
Para el fiscal, Telleldín “se representó que con su aporte favoreció al hecho de que otras personas carguen con explosivos la camioneta por él entregada para perfeccionar el atentado terrorista”.
En aquel juicio hubo otras absoluciones (entre ellas Carlos Menem) y condenas, por ejemplo para el ex juez Juan José Galeano y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, quienes investigaron el atentado, a dos años de prisión en suspenso.