A través de los doce pasos, el conjunto español se impuso ante los dirigidos por Pep Guardiola.
Luego del empate en el partido de ida (3-3) y el 1-1 de la vuelta, finalmente el Real Madrid consiguió el pase a semifinales de la Champions League.
Fue un partido realmente electrizante, una final adelantada, con total dominio de posesión de pelota por parte de los dirigidos por Pep Guardiola como nos tiene ya acostumbrado y un Real Madrid que en cada contra hacía titubear a la defensa del City.
El resultado global fue (4-4), ya sin el gol de visitante vigente, la serie pasó al correspondiente tiempo extra y se definió por penales. El primer penal, ni más ni menos, lo pateó Julián Álvarez en una clara muestra de personalidad y el argentino no falló para darle la ventaja parcial al conjunto inglés.
El encargado de patear el primer penal para la “Casa Blanca” fue el experimentado Luka Modric que, sorprendentemente, malogró el tiro desde los doce pasos. Bernardo Silva le puso suspenso a la serie tras errar el segundo penal para los “Citizens” y el joven Bellingham estampó el empate parcial en una tanda de penales no apta para cardíacos.
El croata Kovacic también malogró su disparo y puso en aprietos a los dirigidos por Guardiola que ya no tenían margen de error. Para colmo, Lucas Vázquez y Nacho Fernández convirtieron y pusieron en ventaja al Real Madrid que consiguió el pase a la semifinal de la mano del defensor alemán Rudiger.