El mandatario volvió a atacar a periodistas en sus redes sociales. “No me parece que esté bueno lo que hizo, sobre todo porque no sé cuál es la crítica”, respondió Kusnetzoff. Mirá el video.
En medio de la disparada del dólar blue, del riesgo país y del rechazo del mercado a la falta de definiciones económicas del gobierno, el presidente Javier Milei volvió a apelar a la vieja receta de protagonizar un nuevo escándalo para desviar la atención de la opinión pública.
En ese camino abrió hoy un nuevo conflicto diplomática con Bolivia y Brasil y disparó, una vez más, contra el periodismo para generar ruido en los medios.
Los apuntados esta vez fueron María O’Donnell; Andy Kusnetzoff, Sofi Martínez y Matías Martin que viajaron a los Estados Unidos para cubrir para Radio Urbana Play el partido entre Argentina y Perú por la última fecha de la fase de grupos de la Copa América.
“Tener sensibilidad social no requiere que estés en la misma situación de aquellas personas con las cuales tenés sensibilidad respecto de lo que les pasa. [Lo de Milei] es direccionar el odio, la bronca, en alguna dirección”, explicó O’Donnell.
Ante esto, Kusnetzoff apeló a la ironía. “Ni siquiera te sacaron una foto comprando todas las carteras Louis Vuitton que te compraste y todos los artículos de lujo que te llevaste, porque si hubieran visto eso yo entiendo más. Pero con todas las cosas hippies que compraste y condimentos, no lo veo, pero bueno. Es una foto en el estadio rodeada de argentinos que fuimos a cubrir la Copa América públicamente, estamos saliendo al aire ahora haciendo eso”, dijo, mientras que entre risas la periodista les pidió disculpas por “arrastrarlos” a las críticas de Milei.
Por su parte, Martínez se limitó a decir que O’ Donnell había comprado un colador. “María, a vos te parece, vos después querés hablar de la realidad con el colador en la mano”, se río del tema Kusnetzoff, mientras que ella dijo en el mismo tono que Galperin “le prohibió el disfrute”.
“A mí me preocupa que me hagan un retroactivo: fui 11 veces a Irlanda, fuimos no sé cuántas veces a Nueva York. Si me hacen un retroactivo, cagué porque hace diez años que vivo así. Para mí no es gracioso porque no está bueno que él lo haga con una intención de ponerte en contra de la gente. Lo tomamos con humor porque estamos muy tranquilos y relajados. Cuántas veces hemos dicho: ‘Mirá, si no cobrás pauta, decís lo que se te canta, estás en un medio privado, es una tranquilidad total’. No es lo mismo cuando hay una incoherencia, al no haberla uno puede estar muy tranquilo. Igual no me parece que esté bueno lo que hizo, sobre todo porque no sé cuál es la crítica”, sostuvo Kusnetzoff sobre el mensaje de Milei.
O’ Donnell remarcó además que Urbana Play vive en su mayoría con auspicio privado y que eso les da mayor independencia. “Pero al respecto del periodismo político, hay una intencionalidad como un escrache. Lo dijo Mirtha Legrand: ‘No quiero hablar porque después te caen encima’. Entonces, la idea de que si mantenés tu independencia, tu crítica respecto al Gobierno, como es nuestro trabajo, tiene un costo: ese costo puede ser que el Presidente de manera muy arbitraria tome una foto de las redes de la radio, de un laburo que estamos haciendo, y que eso genere odio. Eso no es discutir el fondo del asunto, sino el señalamiento”, planteó.
“Les ha pasado a un montón de colegas, a Silvia Mercado no le quieren dar la acreditación en la Casa de Gobierno, se han burlado de Fernández Díaz. Estoy mencionando colegas de distinto espectro ideológico -siguió O’Donnell y advirtió- Hay gente que tiene la piel, que se la aguanta más, que se la toma con más humor o no le importa; y hay gente que lo padece, que dice: ´Voy a pensar dos veces lo que digo porque no estoy preparada para que el Presidente, que además es fuertísimo en redes, haga un señalamiento de estas características’. Es como un costo alto que tenés que estar dispuesto a pagar”, comparó.
En tanto, adelantó que mantendrá “la misma línea” y pidió que el tema no se vuelva personal, segura de que se debe mantener “tranquila y serena”, y discutir sobre la coyuntura.
“Lo que me doy cuenta es que genera un clima, que pasó también con Cristina Kirchner, que era más a través de medios públicos, esto es a través de las redes sociales. Aquella situación en la que te escracha alguien tan poderoso. Se escrachaba a los genocidas de la dictadura que estaban impunes, la idea del escrache es que atrás de eso había impunidad de un crimen grande. En este caso no hay ningún crimen detrás, hay un trabajo público y notorio. La idea del escrache es que hay algo que denunciar. Cuando no hay nada que denunciar genera esa dinámica, sin que pase nada. Entonces decís: ‘¿Estoy dispuesto a esto?’. Me parece que es parte de la idea de ni siquiera discutir los temas sino ir sobre la persona para desacreditarla. Busco destruir tu reputación para que no seas un interlocutor válido o una persona que critica de una manera honesta intelectualmente; sos simplemente alguien cuya categoría se ve denigrada, por lo que ya no sos interlocutor válido y honesto para la discusión. No hay que tomarlo personal aunque buscan que se vuelva personal la discusión”, concluyó.