Se trata de un hecho que ocurre por primera vez en Argentina gracias a una reciente modificación del Código Civil que permite inscribir como propio al hijo del cónyuge.

Un hecho inédito conmocionó a Salta: un hombre de 76 años adoptó al hijo de su pareja, de 61. La particularidad del caso radica en que tanto el adoptante como el adoptado son adultos. El deseo de Pedro Ruiz de llevar el apellido de Luis González, quien lo crió desde los 2 años, motivó esta solicitud.

La jueza, sorprendida por la singularidad del pedido, tuvo que confirmar varias veces si había entendido correctamente.Ana López, madre de Pedro y pareja de Luis, explicó que siempre habían querido formalizar el vínculo familiar. Sin embargo, el Código Civil anterior no permitía adopciones entre adultos.

A pesar de los intentos previos y las negativas recibidas, la reciente reforma del Código Civil abrió una puerta que la familia no dudó en aprovechar. Para Pedro, Luis siempre ha sido su padre, y esta adopción legaliza un vínculo afectivo construido durante décadas.