La aerolínea de bajo costo enfrenta serias acusaciones por reprogramaciones masivas, problemas de seguridad y falta de inversión. El Gobierno analiza multas millonarias y la posible revocación de su permiso para operar.
Flybondi, la principal aerolínea low-cost del país, atraviesa una situación crítica con un 27% de incumplimientos promedio en sus vuelos durante 2024 y un preocupante 45% proyectado solo para diciembre. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) advirtió que podrían revocarle el Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA), esencial para su operación, además de imponer sanciones que incluyen multas de hasta $200 millones y la suspensión de rutas.
Las irregularidades van más allá de las reprogramaciones. Según investigaciones recientes, Flybondi enfrenta serios cuestionamientos por problemas de seguridad, incluyendo talleres de mantenimiento desordenados y almacenamiento inadecuado de materiales. La Junta de Seguridad en el Transporte evalúa varios incidentes recientes, mientras que los pasajeros, cada vez más afectados, denuncian retrasos y cancelaciones recurrentes.
“Me cambiaron dos veces el horario del vuelo. No sé si volvería a viajar con ellos”, comentó un joven desde el Aeroparque Jorge Newbery, uno de los tantos afectados por los problemas operativos de la empresa.
A pesar de haber presentado un plan correctivo que incluía refuerzos en su flota y equipos, el Gobierno lo consideró insuficiente. Además, se cuestiona la falta de inversión en servicios de rampa, a pesar de contar con la habilitación para operar en ese sector. Con una flota de 17 aviones y operaciones en 19 rutas nacionales y 3 internacionales, Flybondi logró completar solo 384 de los 1.991 vuelos programados en noviembre.
La ANAC retomó el labrado de actas por incumplimientos, un mecanismo que había quedado suspendido desde 2020, buscando proteger los derechos de los pasajeros. En un comunicado, destacaron que la política de “Cielos Abiertos” no justifica servicios deficientes: “El Gobierno no permitirá la prestación de servicios que perjudiquen a los usuarios”.
Mientras tanto, Axel Kicillof sorprendió al anunciar que la Provincia de Buenos Aires busca controlar Aerolíneas Argentinas, en medio de un panorama marcado por privatizaciones y desregulaciones en el sector. La crisis de Flybondi podría influir en la discusión sobre el futuro del sistema aéreo nacional.