Flybondi luego de ser advertida e intimada por el Gobierno, ordenó sus caóticas cancelaciones de vuelos pero no las eliminó. Desde el 24 al 31 de diciembre –de noche buena a fin de año- la low cost canceló 71 vuelos afectando a unos 13.000 pasajeros.

La aerolínea low cost Flybondi continúa enfrentando una serie de dificultades operativas que han generado un caos para miles de pasajeros. Luego de suspender el 20% de sus vuelos en noviembre, la compañía sigue ajustando su programación, lo que ha derivado en la cancelación de 71 vuelos durante las festividades de fin de año, afectando a más de 13.000 personas.

Según datos oficiales, la empresa atribuye estas cancelaciones a problemas para realizar pagos al exterior por el alquiler de sus aviones. Esta situación ha generado un fuerte malestar entre los pasajeros, quienes han visto sus planes de viaje alterados en fechas clave como Navidad y Año Nuevo.

La Secretaría de Transporte ha intensificado el monitoreo sobre la aerolínea y ha exigido un plan de acción para reducir las cancelaciones. Si bien por el momento no se han aplicado sanciones económicas ni se han quitado rutas a Flybondi, las autoridades advierten que seguirán de cerca la situación.

Los pasajeros afectados han expresado su descontento en redes sociales y medios de comunicación, denunciando largas demoras, cancelaciones de último momento y dificultades para reprogramar sus vuelos. Muchos de ellos han quedado varados en aeropuertos y han perdido conexiones importantes.

“He tenido cancelaciones y reprogramaciones ya en el pasado con Flybondi”, aseguró a C5N un pasajero que llegó desde Italia y ahora se encuentra varado en Aeroparque. Esta situación refleja la frustración de los usuarios, quienes ven afectada su experiencia de viaje por la falta de confiabilidad de la aerolínea.

La crisis de Flybondi plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del modelo de bajo costo en Argentina y la necesidad de garantizar la calidad del servicio para los pasajeros. Las autoridades deberán evaluar si las medidas actuales son suficientes para garantizar la seguridad y la continuidad de las operaciones de la aerolínea.