Este avance marca el comienzo de una misión que promete arrojar luz sobre cómo se formaron los primeros compuestos químicos en el espacio.

La NASA ha dado un paso significativo en la exploración del universo con el lanzamiento de su nuevo telescopio SPHEREx, que tiene como objetivo desentrañar uno de los misterios más grandes de la ciencia: el origen de la vida. Mediante su tecnología avanzada, este telescopio analizará una amplia gama de señales cósmicas, con el objetivo de comprender mejor las condiciones que favorecieron el surgimiento de la vida en nuestro planeta.

Es un equipo innovador que buscará recopilar datos cruciales sobre las moléculas presentes en el universo, en especial aquellas que podrían haber jugado un papel vital en la evolución de la vida en la Tierra. Con el SPHEREx, la NASA se adentra aún más en la búsqueda de respuestas a preguntas que han fascinado a la humanidad durante siglos.

El telescopio SPHEREx tiene como misión principal estudiar la formación y evolución de las galaxias a lo largo de millas de millones de años, así como investigar los primeros momentos del universo después del Big Bang. Además, con un enfoque más cercano a la Vía Láctea, se dedicará a buscar agua y otros compuestos esenciales para la vida.

Según la agencia espacial, el despegue se llevó a cabo el 11 de marzo de 2025 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.

Con un peso aproximado de 500 kilogramos y un tamaño similar al de un piano de cola, el telescopio está equipado con detectores infrarrojos capaces de distinguir 102 colores que son invisibles al ojo humano. Gracias a esta avanzada tecnología, se creará el mapa más inclusivo y colorido del universo jamás realizado. A diferencia de los telescopios como Hubble o James Webb , que se enfocan en observar galaxias individuales con gran detalle, el SPHEREx captará el brillo colectivo de cientos de millones de galaxias, incluidas las primeras que surgieron tras el Big Bang.

Para cumplir con sus objetivos, SPHEREx realizará cuatro mapas completos del cielo en los próximos dos años, orbitando la Tierra a una altitud de 650 kilómetros y siguiendo una trayectoria de polo a polo. Diseñado para operar en condiciones extremas, el telescopio mantiene sus detectores infrarrojos a una temperatura de -210 grados Celsius, utilizando un sistema de protección térmica único compuesto por tres conos de aluminio en forma de panel, que lo aíslan del calor del Sol y de la Tierra.

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