La central obrera convoca a la medida de fuerza tras meses de inacción, pero la postura de los choferes de colectivo genera incertidumbre sobre su impacto.

La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció un paro general para este jueves, marcando el fin de meses de silencio frente al ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei. La decisión, impulsada por la reciente represión a los jubilados, busca expresar el malestar de la central obrera, aunque la contundencia de la medida se ve empañada por la postura de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).

La semana pasada trascendió que el gremio de los choferes de colectivo, liderado por Roberto Fernández, adherirá al paro sin interrumpir el servicio. La UTA fundamentó esta decisión en un supuesto impedimento legal derivado de un período de conciliación obligatoria en el marco de la discusión paritaria del sector.

Sin embargo, desde la CGT desmintieron categóricamente la existencia de tal impedimento legal. “El paro fue por aclamación en el Consejo Directivo de la CGT, que convoca a la totalidad de las organizaciones. Después habrá dirigentes que podrán tener matices, pero todos están padeciendo lo mismo porque no pueden acordar salarios, no los homologan o les imponen que firmen cero”, sostuvo este lunes el co Secretario General de la CGT, Héctor Daer.

Daer anticipó un “alto acatamiento” y una “movilización importante”, aunque evitó dar precisiones sobre la participación de los colectivos. “Yo no voy a opinar sobre la decisión que tomen los dirigentes de la UTA. Es un gremio confederado y hay que conversar en los ámbitos donde se debaten estas cosas”, señaló.

“La convocatoria es para todas las organizaciones sindicales, incluida la UTA, que está padeciendo parte de lo que nosotros estamos reclamando, que son los aprietes del Gobierno a las cámaras empresariales para que no aumenten el salario”, explicó Daer en diálogo con Radio Rivadavia. La postura de la UTA genera interrogantes sobre el impacto real del paro general convocado por la CGT.