Tras el solemne funeral, la Iglesia Católica pone en marcha el proceso de elección del nuevo líder; 135 cardenales menores de 80 años se reunirán en la Capilla Sixtina.


Concluido el emotivo funeral del Papa Francisco, el Vaticano anunció este lunes la fecha de inicio del cónclave de cardenales que tendrá la trascendental tarea de elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica. Las deliberaciones, que se llevarán a cabo en el emblemático recinto de la Capilla Sixtina, darán comienzo el próximo martes 7 de mayo.


Un total de 135 cardenales, todos ellos menores de 80 años y provenientes de diversos rincones del mundo, son los electores habilitados para definir quién sucederá al recientemente fallecido Sumo Pontífice. Un dato significativo es que el 80% de estos cardenales fueron designados por el propio Francisco durante sus doce años de pontificado, lo que podría influir en la orientación de la elección.

“La decisión la tomaron en la V Congregación General, celebrada este lunes por la mañana en el Aula del Sínodo del Vaticano. El cónclave tendrá lugar en la Capilla Sixtina del Vaticano, que permanecerá cerrada a los visitantes durante esos días”, informó el portal oficial Vatican News, confirmando la fecha y el lugar del cónclave.

Según los detalles proporcionados por el Vaticano, el cónclave estará precedido por “una solemne celebración eucarística con la Misa votiva Pro Eligendo Papa”, una liturgia especial en la que participarán todos los cardenales electores, invocando la guía del Espíritu Santo en el proceso de elección.

“Por la tarde, los electores proceden en solemne procesión a la Capilla Sixtina, donde comienza el Cónclave para elegir al nuevo Papa. Al final de la procesión en el interior de la Capilla Sixtina, cada cardenal elector presta el juramento previsto en el apartado 53 de la Universi Dominici Gregis”, se informó oficialmente. En este juramento solemne, cada cardenal se compromete, en caso de ser elegido, a cumplir fielmente el Munus Petrinum como Pastor de la Iglesia Universal y a mantener “absoluto secreto” sobre todo lo relacionado con la elección del Pontífice, absteniéndose de apoyar cualquier intento de interferencia externa en el proceso electoral.

Para garantizar la integridad y la privacidad del proceso, desde el Vaticano se detallaron estrictas normas de comunicación para los cardenales electores: “Durante todo el proceso electoral, los cardenales electores deben abstenerse de enviar cartas o entablar conversaciones, incluso telefónicas, salvo en casos de extrema urgencia. No se les permite enviar ni recibir mensajes de ningún tipo, recibir periódicos o revistas de cualquier naturaleza, ni seguir emisiones de radio o televisión”.

Finalmente, se recordó que para la elección de un nuevo Papa se requiere una mayoría calificada de dos tercios de los electores presentes. En caso de que el número total de electores no sea divisible por tres, se requerirá un voto adicional para alcanzar la mayoría necesaria.