La fumata negra fue la protagonista del cónclave para elegir el nuevo Papa.
El Vaticano dio inicio este miércoles al cónclave de cardenales con la crucial tarea de elegir al sucesor del Papa Francisco y nuevo líder de la Iglesia Católica. Sin embargo, la primera jornada de deliberaciones concluyó sin un acuerdo, tal como lo evidenció la fumata negra que emanó de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal tradicional de que no se ha alcanzado la mayoría necesaria para la elección del nuevo pontífice.
La atención se centró en la Capilla Sixtina, donde los 135 cardenales habilitados para votar, todos ellos menores de 80 años y provenientes de diversas partes del mundo, se reunieron en un ambiente de recogimiento y hermetismo. Un dato significativo es que aproximadamente el 80% de estos cardenales fueron designados por el propio Francisco durante sus doce años de pontificado, lo que podría influir en el perfil del próximo líder de la Iglesia Católica.
La búsqueda del nuevo Sumo Pontífice se reanudó este jueves desde las 9 horas de Roma (4 de Argentina), con la expectativa de que las nuevas votaciones pudieran arrojar un resultado positivo y producir la esperada fumata blanca. Para que se produzca un acuerdo y se anuncie al nuevo Papa, se requiere una mayoría calificada de dos tercios de los votos, lo que representa un total de 89 sufragios entre los cardenales electores.
Tras una primera votación matutina sin éxito, que resultó en una nueva fumata negra, se prevén al menos otras dos votaciones durante la tarde de este jueves. La incertidumbre persiste en el Vaticano mientras los cardenales continúan con su labor de discernimiento en este cónclave que definirá el futuro de la Iglesia Católica tras el legado de Jorge Bergoglio.