En medio de la creciente informalidad y la caída del empleo registrado, el Poder Ejecutivo aprobó un crédito que busca mejorar las oportunidades laborales para jóvenes, mujeres y desempleados, bajo la órbita de Capital Humano.

Ante la alarmante pérdida de empleos registrados, el Gobierno argentino dio el visto bueno a la firma de un préstamo por “230 millones de dólares” otorgado por el Banco Mundial. El objetivo central de esta inyección de fondos es impulsar ambiciosos programas de formación e inserción laboral en todo el país.

La iniciativa, bautizada oficialmente como “Fomentar Mejores Empleos con Programas Integrados de Formación y Empleo”, estará bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano. Su propósito es claro: mejorar de manera sustancial las oportunidades laborales para los sectores más castigados por la actual crisis económica, apuntando principalmente a “jóvenes, mujeres y personas desempleadas”.

El Decreto 482/2025, publicado en el Boletín Oficial, lleva las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo. Este documento clave habilita al Gobierno a suscribir el convenio con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), un organismo del Banco Mundial, y a ejecutar el proyecto bajo condiciones financieras que, según el Banco Central, son “más favorables” que las disponibles en el mercado actual.

El programa, que tendrá como organismo ejecutor al Ministerio de Capital Humano, contempla no solo capacitaciones y entrenamientos, sino también un apoyo económico directo para los participantes en estas instancias formativas. Además, se destinarán recursos al fortalecimiento institucional y a la gestión de fondos, siempre en estricto apego a las reglas establecidas en el convenio internacional. La ministra Sandra Pettovello estará al frente de la implementación de esta crucial iniciativa.

Este préstamo llega en un momento de extrema complejidad para el mercado laboral argentino. Según los datos oficiales, el panorama es desolador: “desde abril de 2024 se perdieron más de 66.000 empleos registrados y cerraron casi 7.700 empresas”. A esto se suma que la informalidad ya alcanza al 42% de los trabajadores, con niveles aún más alarmantes en las microempresas. En este escenario adverso, el proyecto del Banco Mundial busca reconstruir capacidades laborales desde los sectores más vulnerables, generando una base de trabajadores mejor formados y con mayores herramientas.

La Oficina Nacional de Crédito Público consideró que el impacto macroeconómico de este préstamo será “limitado”, pero a su vez, “consistente con los objetivos de política pública en materia de empleo”. Además, el decreto faculta al ministro Caputo y al secretario de Finanzas a introducir modificaciones menores al convenio, siempre que no alteren su objeto ni el monto total acordado.