La inesperada eliminación de la Copa Argentina ante Atlético Tucumán en Santiago del Estero provocó la ira del presidente Xeneize, que bajó del palco para hablarle cara a cara a los jugadores. El “Muñeco” no toleró el nuevo cimbronazo.

Como ya se ha vuelto una costumbre en Boca ante cada derrota inesperada, cada eliminación que cala hondo o cada situación inoportuna que sacude los cimientos, el presidente Juan Román Riquelme irrumpió en el vestuario. En Santiago del Estero, el máximo referente Xeneize le habló a los jugadores “cara a cara”, sin filtros, tras el nuevo papelón.

El prematuro adiós de la Copa Argentina frente a Atlético Tucumán golpeó duro internamente. La eliminación hizo mella tanto en el plantel como en el cuerpo técnico, y eso quedó en evidencia con la aparición del presidente en las entrañas del Estadio Único Madre de Ciudades. La decepción, en el seno boquense, es mayúscula.

¿Cuál fue el mensaje que Román les bajó a los futbolistas? Directo y sin anestesia: “Traguen saliva. Agachen la cabeza y saquen esto adelante. De la única manera que salimos de esto es ganando“, fueron las palabras que le nacieron a Riquelme a minutos de un nuevo fracaso deportivo de Boca, que se suma a una racha preocupante.

Del palco al vestuario, en cuestión de minutos. Román vivió –con mate en mano, como de costumbre– la derrota 1-2 ante Atlético Tucumán desde el palco del moderno escenario santiagueño. Apenas finalizó el encuentro, bajó a las instalaciones para encontrarse con los futbolistas. Su intervención fue “breve, simple y contundente”, fiel a su estilo.

En un año en el que Boca ya acumula varios cimbronazos al hilo –quedó eliminado en el repechaje de la Copa Libertadores, en cuartos de final del Torneo Clausura y no superó la fase de grupos en el Mundial de Clubes–, la caída en la Copa Argentina llega como un verdadero golpe de nocaut. Riquelme sabe, y así se lo expresó a los jugadores, que la paciencia de la hinchada se agotó. Es imperioso que Boca empiece a ganar.