En medio de la histórica racha de Boca sin victorias, los rumores sobre el estado del DT se multiplicaron. Ignacio Russo, delantero de Tigre, salió a respaldar a su padre y a desmentir las especulaciones. “El Mundo Boca es así”, sentenció.

Boca atraviesa la peor racha de su historia, con 11 partidos sin poder ganar, y el ciclo de Miguel Ángel Russo pende de un hilo. Pero los cuestionamientos al entrenador no se limitan a lo futbolístico. En las últimas semanas, los rumores sobre el estado de salud del DT se multiplicaron, generando un clima de profunda incertidumbre. Para llevar algo de calma, su propio hijo, Ignacio Russo, actual delantero de Tigre, salió al cruce y desmintió las especulaciones.

Mi papá está bien de salud, está contento, está feliz. Se hablan muchas cosas de más, pero el Mundo Boca es así“, aseguró Nacho después del triunfo de su equipo ante San Lorenzo por Copa Argentina, poniendo un manto de tranquilidad en un ambiente que, en La Ribera, está más caliente que nunca.

Miguel, de 69 años, fue el elegido por el Consejo de Fútbol para conducir a Boca en el Mundial de Clubes, una apuesta que terminó en fracaso. La eliminación en fase de grupos, la posterior caída en Copa Argentina frente a Atlético Tucumán y la derrota con Huracán en el Clausura no hicieron más que profundizar una crisis que parece no tener fin. Mientras se multiplican las versiones sobre tensiones internas y un plantel dividido, también surgieron sospechas sobre su condición física, alimentando aún más la tormenta.

En el día a día del Boca Predio, el desgaste del DT es visible. Según trascendió, se lo ayuda a subir al micro, se lo asiste con puertas pesadas y en algunos momentos se lo ve sosteniéndose un brazo con el otro. Sin embargo, desde el club remarcan que “está lúcido, comprometido” y que cuenta con el respaldo incondicional de su cuerpo técnico, especialmente de Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez.

Ignacio Russo reforzó esa imagen de calma y profesionalismo: “Yo lo veo bien y eso me deja tranquilo. Se habla mucho porque él tampoco dice nada, no tiene por qué hacerlo. Tiene que tratar de ganar el próximo partido y calmar las cosas que se dicen“. Un claro mensaje de cara al futuro inmediato del equipo, que necesita un triunfo urgente para empezar a salir de esta crisis histórica.