El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, se desligó de los graves incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América durante el partido contra Universidad de Chile.
En declaraciones a TyC Sports, culpó a los hinchas visitantes y anunció que pedirá sanciones contra el club chileno ante Conmebol, negando cualquier responsabilidad de la institución.
Sin embargo, los disturbios también involucraron a barras locales y evidenciaron graves fallas en el operativo de seguridad. El saldo fue de 90 detenidos, varios heridos —uno en estado crítico— y la suspensión del encuentro, que ahora será evaluado por la Comisión Disciplinaria de Conmebol.
La postura de Grindetti generó críticas, ya que muchos consideran que intenta encubrir errores de gestión y minimizar la violencia interna del club. La relación con los hinchas se deteriora cada vez más, en medio de reclamos por mayor seguridad, transparencia y un liderazgo que asuma responsabilidades en lugar de culpar a terceros.