El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, habló públicamente después de que el club presentara su descargo formal ante Conmebol por los graves incidentes en el partido frente a Universidad de Chile.

Néstor Grindetti, presidente de Independiente, habló públicamente luego de que el club presentara su descargo formal ante Conmebol por los graves incidentes en el partido frente a Universidad de Chile en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, en el marco de los octavos de final de la Copa Sudamericana.

A más de una semana de los hechos, la institución de Avellaneda envió a la sede de Luque toda la documentación para evitar sanciones graves e incluso la posibilidad de una expulsión del certamen continental, algo que sería un golpe durísimo para el club.

El descargo enviado al máximo organismo del fútbol sudamericano incluyó “40 horas de grabaciones, 12 anexos con documentación y pruebas, así como material fotográfico y fílmico”. Desde el club apuntan a que los responsables de los disturbios fueron hinchas de la “U de Chile”, que iniciaron los incidentes con agresiones desde la tribuna visitante hacia la parcialidad local, lo que derivó en la suspensión del partido y, posteriormente, en su cancelación.

Grindetti encabezó el viaje a Paraguay la semana pasada junto al secretario general Daniel Seoane y el vicepresidente primero Carlos Montaña. Tras el envío oficial del informe, el titular del Rojo brindó una conferencia de prensa en el estadio y no tuvo pelos en la lengua.

“Queremos empezar condenando la violencia en todas sus formas”, sentenció el presidente, quien agregó: “Emitimos un informe demostrando que Independiente no fue responsable, sino víctima de ataques violentos, premeditados e intencionados”. En ese sentido, el presidente de Independiente aseguró que “el reglamento de Conmebol asigna al organizador la responsabilidad del evento, pero eso no significa que el club haya sido responsable de los actos violentos ni de la suspensión del partido”.

Para finalizar, Grindetti afirmó que “el partido se canceló exclusivamente por la violencia de la parcialidad visitante, como lo acreditan los informes del árbitro”, y que “Independiente cumplió con todas sus obligaciones, pero no puede reemplazar las funciones de las fuerzas de seguridad”.