El equipo de Diego Placente intentará volver a los cuartos de final de un Mundial juvenil después de más de una década sin lograrlo.

El conjunto de Diego Placente llega al cruce decisivo con entusiasmo, luego de una destacada fase de grupos donde se afirmó como líder del Grupo D con puntaje casi perfecto: venció 3-1 a Cuba, goleó 4-1 a Australia y selló la clasificación con una victoria por la mínima ante Italia. No obstante, el desafío ante Nigeria será de máxima exigencia, más aún considerando los antecedentes recientes desfavorables contra este rival.

Para el entrenador y su cuerpo técnico, el reto es tanto deportivo como psicológico. El plantel, compuesto en su mayoría por talentos del fútbol local y algunos que ya se proyectan en el exterior, necesita combinar calidad técnica y carácter para cortar con la sequía que se extiende desde hace más de una década. Pese al optimismo que generan los buenos rendimientos, Placente ya advirtió que “ante Nigeria no se pueden cometer errores”.

La última vez que Argentina alcanzó los cuartos de final de un Mundial Sub-20 fue en 2011, durante el torneo disputado en Colombia. Bajo la conducción de Wálter Perazzo, aquella generación tuvo una primera fase sólida, superando a México (1-0), goleando a Corea del Norte (3-0) e igualando con Inglaterra (0-0).

En la instancia de octavos, la Albiceleste derrotó 2-1 a Egipto con un doblete de penal de Erik Lamela, mientras que un joven Mohamed Salah descontó para los africanos, también desde los doce pasos. Sin embargo, en la instancia siguiente el equipo quedó eliminado en los penales ante Portugal tras empatar 0-0, quedando a las puertas de la semifinal.