El DT de Boca falleció este miércoles a los 69 años.
Luego de varios días internado en su domicilio, a raíz de una dura enfermedad, Miguel Ángel Russo falleció este miércoles a los 69 años. Su partida dejó conmocionado al mundo del fútbol argentino y sudamericano, que despide con respeto y cariño a uno de los técnicos y referentes más influyentes de las últimas décadas.
Nació el 9 de abril de 1956 en Lanús, provincia de Buenos Aires. Desde muy joven destacó en las divisiones juveniles de Estudiantes de La Plata, club con el que debutó profesionalmente en 1975 y con el que terminaría forjando una relación casi simbiótica. Como jugador fue un mediocampista de oficio, dotado de carácter y entrega: disputó catorce temporadas consecutivas en el primer equipo del Pincha hasta 1988, vistiendo una única camiseta en toda su carrera profesional.

Durante su etapa como futbolista, Russo alcanzó hitos importantes: fue campeón del Metropolitano 1982 y del Nacional 1983 con Estudiantes, integrando un mediocampo destacado junto a Marcelo Trobbiani, José Daniel Ponce y Alejandro Sabella. Aunque fue convocado para las eliminatorias del Mundial 1986 con la selección argentina, las lesiones le impidieron formar parte del plantel que finalmente se consagró campeón.
Su paso al puesto de director técnico comenzó poco después de colgar los botines. En 1989 asumió su primer cargo en Lanús, donde logró ascensos a Primera División en las temporadas 1989-90 y 1991-92. También llevó a Estudiantes a volver a la máxima categoría en la temporada 1994-95. Con el correr de los años, Russo dirigió numerosos clubes argentinos y del exterior, construyendo una carrera extensa y variada.

Entre sus logros más destacados está la conquista de la Copa Libertadores 2007 con Boca Juniors, triunfo que lo inscribió en la historia grande del club. En el plano local, también obtuvo el título de Vélez Sarsfield en el Clausura 2005. En su tercer ciclo como entrenador de Boca, alcanzó el campeonato argentino 2019-20 y la Copa de la Liga Profesional 2020.
Además, en Colombia triunfó con Millonarios, llevándolos a ser campeones del torneo Finalización 2017 y de la Superliga 2018. En Rosario Central también dejó huella: los ascendió en la temporada 2012-13 y, años después, consiguió la Copa de la Liga 2023.

Más allá de los títulos, Russo fue reconocido por su estilo de conducción: su capacidad para generar un clima de contención en momentos de crisis, su cercanía con los jugadores y su paso por clubes con diferentes realidades lo convirtieron en una figura respetada dentro del fútbol sudamericano.
Durante años lidió con problemas de salud. En 2017 fue diagnosticado con cáncer de vejiga, y durante ese tratamiento también se detectó un tumor de próstata. En sus últimos meses, su estado se deterioró, siendo internado en varias oportunidades por una infección urinaria y otras complicaciones.