Importantes diarios norteamericanos citan fuentes que hablan de una inminente incursión contra el país bolivariano.

La administración del presidente Donald Trump ha tomado la decisión de atacar instalaciones militares dentro de Venezuela, y los bombardeos podrían ocurrir en cualquier momento, según reportes del Wall Street Journal. Estos planes de ataque buscan destruir infraestructura castrense que, de acuerdo con Washington, es utilizada por una organización de narcotráfico presuntamente encabezada por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y controlada por altos miembros de su régimen.

Entre los objetivos potenciales que están bajo consideración se encuentran instalaciones navales y pistas de aterrizaje que son controladas por el ejército venezolano. Paralelamente a esta evaluación de ataques aéreos, Trump y sus principales asesores se han centrado en presionar e inquietar a Maduro, mientras la armada estadounidense ataca barcos que supuestamente transportan drogas en el Caribe y el Pacífico oriental.

La Administración Trump ha intensificado su enfoque en combatir la crisis del fentanilo, a pesar de que expertos señalan que no hay evidencia concreta de que Venezuela produzca o trafique este opioide.

Como parte de su estrategia de presión, Estados Unidos duplicó la recompensa ofrecida por información que conduzca a la captura de Maduro, elevándola a $50 millones, la mayor de su tipo jamás ofrecida. La administración también ofrece recompensas de $25 millones por la captura de varios de sus principales lugartenientes, incluyendo al ministro del Interior, Diosdado Cabello, a quien se le atribuye la dirección de las operaciones del cartel. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, es otro alto funcionario del régimen que enfrenta cargos por narcotráfico en Estados Unidos.

Al anunciar el aumento de la recompensa sobre Maduro en agosto, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, aseveró que el mandatario lidera el Cartel de los Soles, una organización de narcotráfico incrustada en las fuerzas armadas venezolanas. Bondi también indicó que Maduro trabaja en colaboración con grupos violentos como la temida mega pandilla venezolana Tren de Aragua, el Cartel de Sinaloa de México y otras redes criminales transnacionales. Calificando a Maduro como “uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional”, Bondi afirmó que el aumento de la recompensa busca “cerrar el cerco” en torno a él. En concordancia con estas acciones, Estados Unidos ha incrementado drásticamente su presencia militar frente a las costas de Venezuela como parte de una operación cuyo objetivo es desarticular el narcotráfico y las redes criminales vinculadas al régimen de Caracas.