El triunfo del Xeneize y la derrota del Millonario alteraron la lucha por la clasificación a la Copa Libertadores 2026, a solo dos fechas del cierre del Torneo Clausura.

La jornada 14 del Torneo Clausura 2025 generó movimientos trascendentales en la Tabla Anual, elevando la tensión de cara al próximo Superclásico. Boca Juniors logró un triunfo agónico de 2-1 frente a Estudiantes de La Plata, consolidándose como escolta de Rosario Central y asegurando prácticamente su clasificación a la Copa Libertadores 2026. En la otra vereda, River Plate volvió a tropezar, esta vez ante Gimnasia en el Monumental, lo que comprometió seriamente su presencia en el máximo certamen continental.

Con esta victoria, el equipo dirigido por Claudio Úbeda alcanzó los 56 puntos, mientras que el conjunto de Marcelo Gallardo quedó relegado con 52 unidades. La diferencia de cuatro puntos, cuando solo restan seis por disputarse, otorga un valor de final al próximo Superclásico. Si River logra vencer a Boca en La Bombonera, recortará la brecha a solo un punto y mantendrá vivas sus chances de clasificar a la Libertadores. Por el contrario, si pierde o empata, el Xeneize asegurará automáticamente su boleto al torneo continental más prestigioso.

El resto de los aspirantes sigue al acecho en la lucha por los puestos internacionales. Argentinos Juniors y Deportivo Riestra, ambos con 51 unidades, se encuentran actualmente en zona de clasificación a la Copa Sudamericana, pero mantienen la ilusión de dar el salto a la Libertadores. Más atrás, equipos como San Lorenzo y Barracas Central conservan chances matemáticas, aunque dependen de que los equipos de arriba cedan terreno en las últimas fechas.

La situación del Millonario genera preocupación no solo por los números, sino por el bajo rendimiento mostrado, con apenas dos triunfos en sus últimos diez encuentros, lo que refleja una pérdida de regularidad y confianza. La presión se trasladará del Monumental a La Bombonera, donde Gallardo y su plantel están obligados a buscar una reacción que cambie el curso de un semestre considerado, hasta ahora, decepcionante.

La definición promete ser electrizante: Boca depende de sí mismo para sellar su clasificación, mientras que River está obligado a ganar los dos compromisos restantes, que son ante Boca y Vélez. La batalla por los últimos cupos internacionales tendrá un capítulo decisivo en el Superclásico del próximo fin de semana, un partido que definirá mucho más que el orgullo.