La eliminación ante Racing dejó heridas abiertas. El DT quedó marcado por el cambio de Zeballos que enfureció a la hinchada, mientras que versiones malintencionadas apuntaban a una renuncia de “La Bestia”. Sin embargo, el uruguayo ratificó su amor por el club y su contrato millonario lo blinda.

El mazazo de la eliminación a manos de Racing sacudió la estantería del Mundo Boca y generó grietas en una estructura que, hasta el domingo, parecía sólida. La continuidad de Claudio Úbeda al frente del equipo pasó de ser una certeza absoluta a convertirse en un gran interrogante, luego de que el DT quedara en el ojo de la tormenta por el extraño cambio de Ezequiel Zeballos, una decisión táctica que hizo estallar de bronca a las tribunas de La Bombonera. Para colmo, al mal clima se le sumó un rumor de pasillo sobre un supuesto pedido de salida de Miguel Merentiel, algo que vale desmentir de raíz: el jugador jamás lo solicitó y quiere seguir en el club.

Los ecos de la caída en semifinales —un golpe inesperado para un plantel que venía dulce con seis triunfos al hilo— siguen retumbando en los pasillos de Brandsen 805 y desataron una ola de especulaciones, muchas de ellas erróneas, como las que involucraron al goleador charrúa. Merentiel, quien tiene contrato hasta diciembre de 2027, no pidió en ningún momento cambiar de aire. De hecho, basta con remitirse a sus declaraciones en la antesala del Superclásico para entender su postura: “Yo soy muy feliz, siempre se lo transmito a todos los que me preguntan cómo la paso. La paso muy bien y mi deseo es quedarme acá”, había sentenciado.

Por lo pronto, la realidad indica que el uruguayo de 29 años no solo no tiene en sus planes una salida inmediata del Xeneize, sino que tampoco existe una oferta sobre la mesa que habilite esa posibilidad. Por supuesto, la dinámica del mercado dicta que, llegado el caso de que aterrice una propuesta formal y suculenta por La Bestia en las oficinas de La Bombonera, tanto la Comisión Directiva como el futbolista se sentarán a analizarla para tomar la mejor decisión para las partes.

Para tranquilidad del hincha, la ingeniería contractual juega a favor de Boca. El vínculo de Merentiel tiene vigencia por dos años más y, lo más importante, contempla una cláusula de rescisión de 18 millones de dólares. Por lo tanto, el mensaje hacia afuera es claro: si algún club del exterior pretende llevarse a su delantero titular e indiscutido, en La Ribera exigirán una cifra muy cercana a ese número para empezar a hablar.