Pese a que al principio del confinamiento se había registrado una suba, una encuesta determinó que luego las relaciones sexuales durante el aislamiento se redujeron de forma abismal.
Un estudio reveló que las relaciones sexuales bajaron un 73 por ciento debido al coronavirus. Incluso, el 67 por ciento de las parejas encuestadas reconocieron no practicar sexo desde hace 4 semanas.
Si bien al inicio de la cuarentena obligatoria muchas parejas celebraron pasar tanto tiempo justos para mejorar la salud sexual de la relación, tras extenderse el aislamiento el sexo se redujo de forma abismal.
Según una encuesta realizada por SexPlace, durante las primeras semanas las parejas aumentaron sus rutinas sexuales un 90 por ciento pero, actualmente, solo 2 de cada diez parejas reconoce practicar sexo de manera semanal.
Por su parte, Lorena Hermoso, sexóloga de esa entidad, analizó los resultados arrojados y detalló: “El principal problema es que las personas están sufriendo mucho estrés a causa de la situación económica y social”.
Agregó: “Esa angustia, produce una abstinencia generalizada tanto para parejas nuevas como las que llevan más tiempo juntas. La pérdida de trabajo y la incertidumbre también perjudica la salud sexual de las personas”.
Al consultar a los encuestados sobre la cantidad de sexo que se practica ahora en comparación de hace seis semanas, la respuesta fue que al principio del confimamiento el 75 por ciento gozaron de un momento en el que practicaban relaciones, al menos, dos veces por semana. El porcentaje bajó hasta el 22 por ciento. Incluso, el 67 por ciento de las parejas reconoció no practicar sexo desde hace cuatro semanas.
En tanto, 15 por ciento de esas personas asegura haber practicado sexting con personas que no son su pareja, acompañado con mensajes subidos de tono. Además, el 90 por ciento de los hombres consultados reconoce haberse masturbado más de dos veces por semana y la práctica en las mujeres se sitúa en el 79 por ciento.
“Hay que tener en cuenta que todas las familias han vivido directa o indirectamente alguna situación crítica derivada de la pandemia. Quien no ha perdido su trabajo ha bajado sus ingresos o se ha visto afectado por el virus. Esta situación prolongada en el tiempo es la responsable de la pérdida de apetito sexual o de estímulos positivos que favorezcan una sana salud sexual”, explicó Hermoso.
Las preocupaciones de las personas consultadas tienen que ver con la seguridad laboral (90%), la salud (70%), la salud de familiares o amigos (65%) la capacidad de tener acceso a una atención médica (35%).
Fuente: Crónica