El pasado sábado en el barrio porteño de Balvanera una joven de 18 años se presentó a una entrevista de trabajo donde fue drogada y violada. “Creo que me drogó”, escribió la joven luego de tomar un vaso de agua. Así, la familia llamó al 911.

El terrible hecho ocurrió en la calle Paso al 600 en el barrio porteño de Balvanera, cuando una joven venezolana de 18 años se presentó a una entrevista de trabajo frente a Irineo Garzón, de 35 años, supuesto encargado de contratarla para un puesto en un local llamado Garzón Uniformes.

En el medio de la reunión dentro del local, Irineo le ofreció a la joven un vaso con agua. Acto seguido, ella comenzó a cruzar mensajes con su hermana, que llegaron a su madre. “Creo que me drogó”, aseguró, y así la familia llamó al 911.

Tiempo después, la madre de la joven venezolana explicó que su hija fue drogada y abusada sexualmente por un comerciante al que contactó horas antes por las redes sociales para una entrevista laboral. Aseguró que pensó que su hija “estaba muerta” cuando la rescató y pidió que, si otra joven fue abusada por el acusado, “haga la denuncia”.

Uno de los chats de la víctima (esreviral.com)

Tras llamar varias veces, la Policía de la Ciudad ingresó al local. Hallaron a la joven sobre una escalera en el fondo del comercio con el torso desnudo y supuestamente bajo el efecto de psicotrópicos, “con el pantalón desabrochado, descalza, inconsciente, llorando y balbuceando”, asegura el expediente. Al lado estaba Garzón, quien fue detenido.

“¿Qué le hizo ese maldito? ¿Qué le hizo?”, puede escucharse decir desesperada a la madre de la joven venezolana que fue rescatada en un comercio del barrio porteño de Balvanera. La chica alertó a su familia que el dueño del local “le dio un vaso de agua” y que ella “comenzó a marearse” mientras estaban en una entrevista laboral.

Según informó el portal Infobae, tras ser analizada en un hospital se encontraron tres lesiones sangrantes compatibles con un abuso sexual. Sin embargo, a pesar de la negativa de la víctima, la jueza Karina Zucconi, a cargo del caso, decidió liberar a Garzón tras un pedido de su defensa.

Ni siquiera le impuso una caución real. Tal como pidió la defensa, argumentando que el acusado no tiene bienes ni dinero, le otorgó una caución juratoria, una fianza bajo palabra. Apenas le prohibió acercarse a la víctima y salir del país, con una imputación de abuso sexual con acceso carnal. Su defensa ofreció un domicilio en Parque Avellaneda: Garzón, que no muestra pagos recientes de aportes a empleados en su perfil comercial, ni siquiera vive ahí.

MIRA EL VIDEO

Tagged With: