Brutal femicidio en Santa Fe. “Ahora sí estoy tranquilo”, dijo el femicida luego de asesinar a Claudia, quien se encontraba en el auto junto a su esposo.

Un policía de Seguridad Vial de Santa Fe asesinó a su ex pareja mientras estaba de servicio. El femicida, identificado como Iván Leguizamón de 28 años, vio a Claudia Lorena González, de 29, en un vehículo junto a su esposo, los persiguió y tras una discusión en medio de la ruta le disparó nueve veces: uno de los tiros impactó en la cabeza de la víctima, que murió en el acto.

La relación entre Claudia e Leguizamón había terminada hacía tres años meses. La joven, que estudiaba para ser cadete de policía, decidió entonces volver con su ex marido, Marino Milevich, de 63 años con quien tienen un hijo de ocho años.

Al momento del femicidio, Claudia y Marino se encontraban en un Peugeot 307 azul transitando por la ruta cuando un patrullero de Seguridad Vial de Santa Fe comenzó a perseguirlos con la sirena encendida y haciéndoles señas de luces.

La pareja se detuvo luego de que el patrullero se les cruzara en la ruta. Entonces, Leguizamón le pidió a Merino que bajara del auto para poder hablar a solas con Claudia: “Dejame de molestar, no quiero volver con vos, te voy a denunciar”, le dijo la víctima.

En medio de la discusión, el agresor sacó su arma reglamentaria y efectuó unos nueve disparos. Después, el femicida intentó dispararle también a Merino, pero se le trabó el arma y forcejeó con el hombre.

“Ahora sí estoy tranquilo”, lanzó el asesino tras matar a Claudia y le preguntó a Marino: “¿Me vas a venir a visitar a la cárcel con tu nene?”.

Leguizamón quedó detenido e imputado por “homicidio calificado por el vínculo, por ser cometido por un varón contra una mujer mediando violencia de género, abusando de su función o cargo cuando fuere miembro de fuerzas policiales”.

También arrestaron a los dos compañeros del agente, quienes estaban en el patrullero y no intervinieron en ningún momento para detener al femicida. Identificados como Jonatan Rojo y Mario Agüero, están acusados de “partícipes secundarios”.