“No estoy para esa pregunta” respondió el Jefe de Gobierno porteño, en el marco de una rueda de prensa en La Pampa.

Como ya nos tienen mal acostumbrados, varios funcionarios opositores se niegan a responder preguntas qué los incomodan, sobre todo en épocas de campaña electoral.

Tal es así que Horacio Rodríguez Larreta se negó a responder una pregunta sobre el polémico caso de la fundación René Favaloro, el cardiocirujano que mencionó el pedido de retornos por parte de Larreta en una carta que dejó antes de quitarse la vida.

“La historia lo ubica en un episodio muy puntual con alguien muy conocido para la provincia de La Pampa, que es Favaloro, que terminó…”, le preguntó un periodista del medio local ‘El diario’ de Santa Rosa, La Pampa.

Larreta ni siquiera dejó al periodista terminar de formular la pregunta, y de manera incómoda lo interrumpió: “No, no… Disculpame. No tengo absolutamente nada que ver con eso y no estoy para esa pregunta”.

En este sentido, el Jefe de Gobierno porteño insistió: “No tengo absolutamente nada que ver con eso. Eso es todo lo que tengo para decir”

Recordemos que René Favaloro, antes de quitarse la vida, escribió siete cartas para determinados destinatarios. Una de ellas destinada a sindicalistas y al PAMI. Horacio Rodríguez Larreta había sido designado como interventor: “Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica. Lo mismo ocurre con el PAMI”.

En este sentido, el maestro del bypass agregó: “el PAMI tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente)”.

La carta en la que denuncia al PAMI:

“Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.

Lo mismo ocurre con el PAMI. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país. Valga un solo ejemplo: el PAMI tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).

Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.

El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno (…).

La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter echo, cámara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos.

No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle ‘la operación económica’ y entregará el sobre correspondiente!

La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir ‘no hay camas disponibles’. Nuestro juramento médico lo impide (…).

Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.

La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español! Sin duda la lucha ha sido muy desigual (…).

En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil.

No puedo cambiar, prefiero desaparecer.

Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: ‘a mí no me ha derrotado nadie’. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla (…).

Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata. No puedo cambiar.

No ha sido una decisión fácil pero sí meditada. No se hable de debilidad o valentía. El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano. Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad (…).

Un abrazo a todos. René Favaloro”.

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