Festival en defensa del Palacio Ceci, patrimonio histórico y símbolo pionero del aprendizaje para sordos. La comunidad educativa de una escuela en estado de alerta resiste el embate del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que lo privatizará.

Son las 17 del sábado 9 de abril. El cielo está celeste y un sol otoñal abraza al punto de que se puede andar en manga corta. La policía corta la calle y coloca cintas para delimitar los apenas 60 metros de la Av. Lincoln al 4300 en el barrio porteño de Villa Devoto. Allí funciona la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral N° 28, Profesor Bartolomé Ayrolo. El edificio fue inaugurado en 2015, pero recién a partir del del ciclo lectivo del año siguiente niños, niñas y jóvenes con discapacidad auditiva cursan el nivel primario.

La pequeña plazoleta triangular, frente a la institución es un hervidero. La convocatoria: un festival de arte, teatro, danza y música en defensa del Palacio Ceci, una inmensa casona estilo clásico francés rodeada de un gran parque. Fue levantada en 1913 por una próspera familia italiana que llegó al país a fines del siglo XIX. La empresa “Ceci Hermanos Empresarios Constructores” participó de importantes edificaciones en el barrio, como la escuela de las Hermanas de la Misericordia y la iglesia del Seminario de la calle José Cubas. Pero la crisis llegó y en 1938, Alfredo Ceci, uno de los cinco hermanos alquiló el inmueble al Ministerio de Educación para que funcione el primer Instituto Nacional de Sordomudos e Hipoacúsicos del país. Su director fue Bartolomé Ayrolo quien desarrolló el Lenguaje de Señas Argentino (LSA) que sirvió de modelo no solo para nuestro país sino para Latinoamérica.

Patricia, madre de un ex alumno visiblemente emocionada dice: “Te das cuenta, acá pasaron personas que hoy tienen setenta años y lloran diciendo, no nos toquen nuestra casa”.

Es bajita pero bien plantada, muy verborrágica y con ojos negros profundos. Fue presidenta de la cooperadora escolar por varios años. Su hijo terminó el secundario y planea estudiar diseño gráfico lineal. Cuenta que los ex alumnos siguen ligados a la escuela y reciben apoyo, cariño y contención a lo largo de toda la vida.

“Somos como una gran familia, mi hijo si no fuera por esta escuela no hubiera podido desarrollarse. Acá está la historia de la comunidad sorda, no vamos a permitir que pongan ningún distrito del vino. ¡Vamos a defender el palacio como sea!”.

En septiembre de 2021, la legislatura aprobó la Ley 6447 que crea el Distrito del Vino en los barrios de Villa Devoto, Villa del Parque y Paternal, para que emprendedores relacionados al rubro puedan postularse para recibir beneficios impositivos.

Desde que se promulgó la ley, los acontecimientos se precipitaron. El pasado 24 de febrero a través del Ministerio de Cultura de la provincia de Mendoza, la ministra Nora Vicario publicó un tweet que luego borró. Esto puso en alerta a la comunidad educativa.

El posteo confirma lo que ya se sospechaba: el lugar será destinado a la sede administrativa del Distrito del Vino.

Un hombre calvo de unos 30 años, con pantalón bermuda y alpargatas azules lleva un barbijo que dice “Soy sordo”. Mueve los brazos y saluda a otro que le contesta con manos que dibujan arabescos en el aire. Abrazos y selfies. Docentes con pecheras blancas llevan impresa la frase: #ElPalacioNoSeToca.

Las sillas colocadas en semicírculo frente a un improvisado escenario comienzan a ocuparse. Una mujer joven de pelo ensortijado y pantalón ancho color verde comunica algo. No emite sonido alguno, solo lo hace a través de gestos y movimientos. Mientras tanto otra, desde abajo toma un micrófono y le da voz a los agradecimientos para los que están allí y para los que informan por radios y televisión acerca de la lucha que se está llevando a cabo. Una docente toma la palabra. Por los parlantes se escucha la voz de la intérprete:

“No, no. No vale todo. Acá hay una comunidad de personas sordas y oyentes que creen que vale la cultura, vale la educación, vale la historia, vale la identidad y vale la voz de los que reclaman que el Palacio Ceci vuelva al ministerio de educación de donde jamás debería haberse ido”. Aplausos silenciosos, brazos en alto agitando la palma de las manos.

A finales de febrero pasado, el gobierno de CABA cercó el palacio con paneles de cemento, colocaron andamios sobre la fachada y colgaron un gran cartel amarillo con letras blancas donde se lee: “BA Puesta en Valor del Ceci”. Una mañana, sin dar ningún aviso comenzaron a embalar y a sacar muebles y objetos decorativos alegando que se iniciaba la obra. Esto por ahora no sucedió. Curiosamente, los juegos infantiles que niños y niñas disfrutaban durante los recreos quedaron de ese lado. Actualmente no tienen acceso a ellos. Una mujer de nombre Marcela publica su sentimiento a través de una red social.

”¿Alguna vez viviste que un extraño se lleve cosas queridas de tu casa? Básicamente es una sensación de impotencia, pero de desamparo y vacío también. No es solo lo material en cada objeto: son parte de la historia de quienes formamos la comunidad sorda y oyente del Ayrolo-Ceci”.

El 2 de marzo, las autoridades porteñas se hicieron presente con la intención de que se les entregue las llaves del inmueble. Ese día se realizó una verdadera pueblada: movilización y abrazo en defensa del Ceci. Hubo vecinos, padres, madres y estudiantes, docentes de escuelas públicas, organizaciones barriales, legisladores porteños y representantes de sindicatos como UTE y Ademys.

Mabel, una vecina de Villa Urquiza que se acercó al festival recuerda ese día: “Vine hace poco a la manifestación y fue un evento muy movilizante. Este colegio fue de ellos y tiene mucha historia. Ahora lo quieran arreglar para un emprendimiento privado. ¡Que busquen otro espacio!”, enfatiza.

Dos adolescentes tiran líneas sobre un bastidor de tela. Se puede reconocer el frente con su gran ventana oval, las columnas y la escalera doble a ambos lados de la entrada.

Llega la ex legisladora de la ciudad y presidenta del INADI entre el 2006-2009, María José Lubertino que expresa lo siguiente:

“Estoy siempre del lado de los vecinos, vecinas y de la comunidad sorda. No pueden tomar una decisión en función de negocios inmobiliarios y del extractivismo urbano cuando se trata de bienes públicos. No se puede hacer nada a espaldas del pueblo y sin un debate previo en el barrio”.

También apoya el encuentro, el secretario de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Especial perteneciente a (UTE), Jorge Godoy de CETERA Capital. Opina que una vez más el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta genera un nuevo recorte y pone al servicio del mercado los bienes del Estado. En estos 17 años en que el PRO y la alianza Cambiemos viene gobernando en la ciudad de Buenos Aires fueron recortando el presupuesto educativo más de 10 puntos.

“Tienen claramente el objetivo puesto en la privatización. La legislatura es una escribanía para convalidar lo que el ejecutivo define”.

Se reparten panfletos impresos con un código QR que remite a una página de Facebook llamada: Palacio Ceci Ayrolo. El comentario de un seguidor resume la resistencia: “¡Saludos! Un fuerte abrazo y a seguir con el pedido de respeto por nuestro edificio histórico. Son elegidos para que administren, no para que saqueen un ícono de la educación especial en Villa Devoto”.

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