La cantante se solidarizó con Agustina y la invitó al primer show de la gira Disciplina Tour en Mendoza, donde la nena finalmente pudo conocer a su ídola.
Este viernes, Lali Espósito y Agustina pudieron darse ese abrazo que se prometieron vía redes. La nena mendocina de 6 años que se hizo famosa por un video que se viralizó, donde pide no ir más a la escuela porque no aguantaba las burlas de sus compañeros.
“No quiero ir más a la escuela. Me dicen gorda”, repite desesperada la nena, que es víctima de bullying en el colegio desde jardín de infantes. Y agrega: “Me tratan de gorda chancha, estoy cansada. Me tienen harta”.
Enseguida, la cantante que se encontraba de gira por Madrid se cruzó con el video y no dudó en solidarizarse con Agustina, a quien no sólo le envió un mensaje, sino que también la invitó a uno de sus shows.
“Agustina, yo soy Lali, no sé si me conoces, pero yo sí a vos. Quería mandarte este saludo y mucho amor. Me enteré de que sos hermosa, que te gusta bailar y pintar, que sos lo más, me lo dijo tu mamá Verónica. Quería decirte que sos muy especial, sos una reina total. No hay que llorar, hay que estar contentos porque uno siempre tiene que amarse. Y uno tiene mucha gente que lo quiere”, le afirma la cantante en el video que le dedicó a la pequeña, en dónde la invitó al show de anoche.
Este viernes comenzó el Disciplina Tour por todo el país y la primera parada fue en Mendoza, donde la nena finalmente pudo conocer a su ídola.
El ansiado encuentro se dio en el estadio Arena Maipú, el primero de los destinos de la gira nacional que empezó Lali Espósito presentando sus nuevas canciones. Detrás de escena y antes del show, la artista se encontró con Agustina y su familia.
Hubo un rato para fotos, charlas y el obsequio de una remera a la nena que, a pura sonrisa, no se la sacó por el resto de la noche. Los familiares de ella también se mostraron muy contentos de cumplirle el sueño a Agus, y agradecieron en redes sociales el gesto que Lali tuvo con todos ellos.
Cómo detectar el acoso escolar
Hay que considerar que cada niño es único, por lo que su comportamiento dependerá de sus características y de su edad. Deben estar atentos a los cambios que observen:
- Cambios en la conducta escolar:si expresa distintas excusas para evitar asistir al colegio o cuando regresa del colegio se muestra apagado, triste, sin ganas de hacer cosas, y cuando se le pregunta cómo estuvo su día, responde: “No me acuerdo”.
- Cambios en la personalidad: si comienza a estar extraño, si se muestra triste y con cambios de humor inesperados, si está nervioso o ansioso.
- Cambios de la socialización: si en el recreo no juega y se sienta solo o no sale del aula, no sale de casa, no quiere ir a los cumpleaños y busca excusas para no asistir a las actividades deportivas, campamento o paseos.
- Cambios en su rendimiento académico: ya no le interesa hacer los deberes o estudiar, disminuye paulatinamente su rendimiento escolar, le cuesta mucho concentrarse o si algunas de sus pertenencias llegan rotas o les falta cada día un útil que no está en objetos perdidos.
Qué hacer si mi hijo sufre bullying
- Creerle y acompañarlo es muy importante. Que sepa que nada de lo que él hace justifica que lo maltraten y que lo que está sucediendo no es su culpa ni su responsabilidad.
- Una vez conversado el tema con el menor, se debe comunicar la situación a las autoridades escolares para que comiencen a trabajar con el grupo ya que son los docentes los responsables de velar, en la escuela, por la seguridad de los niños.
- No es recomendable hablar con los padres de quien hostiga al niño ya que muchas veces a la familia le cuesta ver los aspectos negativos de su hijo.
- No incentivarlos a que actúen “pagando con la misma moneda” porque es solo aumentará la violencia.
- Una opción es buscar ayuda psicológica para el niño agredido y así trabajar en la raíz del problema, reforzar su seguridad y darle herramientas para que pueda defenderse del bullying.
- Dado que estas situaciones podrían dañar la confianza de un niño es recomendable que le sugieran a su hijo que pase tiempo con niños que lo aprecien, respeten y sean una influencia positiva.