El Xeneize se impuso en un partido lleno de condimentos que contó con graves incidentes de parte de la hinchada de Quilmes.

En la noche de Mendoza, Boca Juniors se impuso en los 90 minutos ante Quilmes y avanzó a las semifinales de la Copa Argentina. En la próxima instancia se enfrentará a Patronato de Paraná que más temprano superó a River.

En un partido entretenido de ida y vuelta constante, la nota negativa la dieron los incidentes que se desarrollaron en el segundo tiempo cuando hinchas de Quilmes comenzaron a arrojar piedras a la platea de Boca. Tras 20 minutos de demoras, la policía y los bomberos, que actuaron tarde, lograron disipar el conflicto y el partido prosiguió. Sin embargo, un colaborador del Cervecero resultó herido.

Lo cierto es que el Xeneize se impuso por 3-2 y está entre los cuatro mejores de la competencia. Con el boleto a la próxima Libertadores ya asegurado, los de Ibarra buscan defeder el título en la actual Copa Argentina así como también seguir en la lucha por el Torneo de la Liga Profesional.

Las emociones estuvieron a flor de piel en suelo mendocino. A tan solo cuatro minutos de que Ariel Penal pitara el inicio del encuentro el Cervecero se puso en ventaja gracias a Julian Bonetto. El volante aprovechó un desajuste de la última línea azul y oro y desenfundó un zurdazo al ángulo que dejó sin opciones a Javier García.

Sin embargo, tres minutos más tarde, a los siete, el Xeneize no se iba a quedar con los brazos cruzados y mediante una gran maniobra de Darío Benedetto puso el 1-1 parcial. El goleador de la Ribera la bajó de pecho dentro del área rival tras un tiro de esquina de Óscar Romero y de derecha estampó cifras iguales.

Luego del empate del conjunto de Ibarra, las situaciones de peligro no pararon de brotar y cuando los de Walter Coyette se encontraban en su mejor momento y asediaban los tres palos de Boca, Gonzalo Morales entró en escena y tuvo su bautismo de gol en la Primera de los de Brandsen 805. El Toro, como se lo apoda al juvenil, recibió un preciso centro de Agustín Sández a los 33 minutos de la primera mitad y con un zurdazo de pique al suelo dibujó el 2-1.

Ya en el complemento, la dinámica y el rito del juego se achato un tanto en comparación a la primera mitad, pero los goles continuaron brotando. Al minuto 13 del segundo tiempo, Luca Langoni (que ingresó por Benedetto) una vez más volvió a marcar y así llevó la diferencia momentánea de los de Ibarra a 3 goles contra uno.

No obstante, los del Sur de la provincia de Buenos Aires no bajaron los brazos y fueron en busca del gol que les de el descuento y así mantener viva la esperanza. Lo consiguieron al minutos 19, cuando Mariano pavone impuso su físico dentro del área adversaria y con un derechazo potente infló la red para el 3-2.

Pero apenas sucedió esto, increíblemente la parcialidad cervecera comenzó a generar disturbios en las tribunas. Estos incidentes y la posterior demora del duelo, fue netamente perjudicial para el conjuto que disputa la Primera Nacional, ya que tras la reanudación del mismo el equipo perdió todo el ímpetu que estaba mostrando para dar vuelta el partido. Asimismo, los de Ibarra tuvieron dos chances de gol muy claras, pero en ambas ocasiones el palo le negó el grito a Morales.

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