“Nos vemos en breve” escribió el artista líder de la “Cumbia 420” en sus redes.
L-Gante podría irse de prisión con arresto domiciliario y una tobillera electrónica. Es que, el cantante de cumbia 420, detenido por privación ilegal de la libertad y amenazas, recibió este martes un revés judicial por parte de la Cámara de Apelaciones de Mercedes que revocó un fallo que lo beneficiaba con la excarcelación extraordinaria, pero horas más tarde, un juez de Garantías le otorgó la prisión domiciliaria, aunque esta medida recién se hará efectiva cuando quede firme.
“Nos vemos en breve”, publicó tras conocerse el último de los fallos judiciales el propio cantante desde su lugar de detención y a través de su cuenta de la red social Instagram.
La Sala I de la Cámara de Apelaciones de Mercedes, integrada por Carlos Risuleo y Oscar Reggi, resolvieron este mediodía revocar la excarcelación otorgada días atrás por el juez de Garantías de Moreno-General Rodríguez, Gabriel Castro, y que había quedado en suspenso porque tanto la fiscalía como el particular damnificado se opusieron a la misma.
En su voto, el juez Risuleo tomó en cuenta la “gravedad” de los hechos imputados a L-Gante, “las varias causas abiertas anteriores” en su contra, “la magnitud de la pena” en expectativa (de 5 a 15 años de prisión) y su “persistencia de conductas desajustadas” a Derecho.
Por todo ello, el camarista consideró que “no amerita la excepción destacada en el propio texto legal, como para que el encartado sea favorecido por intermedio del beneficio escogido por el magistrado de la instancia, concluyendo en que en libertad podría intentar eludir la acción de la justicia y entorpecer el desarrollo de la investigación”.
Mientras, por la tarde, el mismo juez Castro hizo lugar a un pedido de la defensa particular y le concedió al músico la prisión domiciliaria con monitoreo electrónico, aunque dispuso que esta medida se haga efectiva recién cuando el fallo quede firme en la Cámara de Apelaciones de Mercedes, tal como ocurrió con la excarcelación extraordinaria.
Este arresto domiciliario, a cumplirse, llegado el caso, en una casa de un country de la localidad de Canning, quedó pendiente también de un informe positivo de la Dirección de Monitoreo Electrónico de la Jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Entre los argumentos que tuvo en cuenta para otorgar la domiciliaria, el juez Castro señaló en su fallo, según consignó Télam, que “de efectivizarse esta medida de coerción, podría contribuirse a evitar que algún fanático aislado del detenido pueda perpetrar algún tipo de amenaza o reprimenda hacia cualquiera de las víctimas como se viene aduciendo en autos”.
En tanto, el fiscal de la causa, Raúl Villalba, citó a L-Gante para este jueves a una ampliación de indagatoria para imputarle un nuevo delito, el de “encubrimiento agravado”, ya que uno de los cinco teléfonos que se le secuestraron había sido denunciado como robado.
“Que los verdaderos secuestradores estén presos, que los verdaderos violadores estén presos, pero no chicos inocentes, trabajadores”, había cuestionado ayer el abogado particular del músico, Juan Pablo Merlo, quien consideró que no existen pruebas en contra de su defendido.
Sin embargo, para el juez Castro, “resulta del todo verosímil, coherente y de suficiente entidad” los delitos por los cuales está acusado el referente de la cumbia 420.
“Los elementos de cargo colectados resultan ser concordantes entre sí, no presentan indicio de mendacidad alguna y se direccionan en sindicar al nombrado como probable autor de los ilícitos enrostrados”, expresó el juez en la resolución.
Para Castro, “aunque disminuidos, existen riesgos procesales” en la causa, por lo que dictó la prisión preventiva del cantante, lo que coincidió con el requerimiento del fiscal Villalba.
Por ello, L-Gante seguirá detenido por las “amenazas simples en concurso real con privación ilegítima de la libertad, en concurso ideal con amenazas simples” en perjuicio Darío Gastón Torres; la “privación ilegítima de la libertad en concurso ideal con amenazas simples” de Rosa Catalina Passi; más el delito de “tenencia de estupefacientes”.