El conjunto de Demichelis no tuvo una buena noche y lo más importante a rescatar es la pelea entre Barco y Borja.

River igualó frente a Atlético Tucumán en condición de visitante, y sigue en lo más alto del grupo A de la Copa de la Liga.

El conjunto de Demichelis, con varios suplentes, no tuvo su mejor noche en cuanto al funcionamiento colectivo y para colmo hubo disputa para patear un penal entre Esequiel Barco y Miguel Ángel Borja en el primer tiempo. Penal que terminó errado por Barco pero que el árbitro ordenó que se reejecute ante la clara invasión zonal de varios jugadores del Decano.

La decisión de Demichelis fue que el encargado de patear el penal, en esta ocasión, fuese el goleador, Borja. Barco en una clara demostración de carácter siguió con su postura y terminó desobedeciendo al entrenador que en el descanso no tuvo piedad y lo quitó a Barco del 11 titular. En su lugar, ingresó Franco Mastantuono, que estrelló un disparo en el travesaño en el segundo tiempo.

En efecto, el mejor del segundo período fue el equipo de Núñez, que otra vez mostró serios problemas de definición. La otra promesa millonaria, Agustín Ruberto, tuvo que entrar de apuro por la lesión de Miguel Borja en el aductor que preocupa a River ya con el Superclásico asomando en el horizonte.

Por su parte, el Decano no ha sumado de a tres puntos en lo que va de la Copa de la Liga, y la hinchada se le hizo notar a los jugadores al ritmo del: “Movete, Decano movete”. Además, el conjunto tucumano jugo un primer tiempo inteligente, llevando al encuentro al lado más físico para complicar a River y en el segundo tiempo tuvo una chance para ganarlo con Joaquín Pereyra pero la suerte no estuvo de su lado y la pelota se estrelló en el palo y salió fuera de peligro.