El argentino firmó un doblete en la goleada 5-0 en el clásico que se disputó en Fort Lauderdale por la tercera fecha de la MLS

Lionel Messi volvió a ser protagonista para el Inter Miami en la tercera fecha de la MLS, durante la goleada 5-0 en el clásico contra Orlando City que se disputó en el Chase Stadium de Fort Lauderdale.

Más allá de que había tenido algunos destellos mágicos, la primera de riesgo real en los pies de Leo llegó pasada la media hora de juego con el marcador ya 3-0 a favor del local. Ejecutó un tiro libre que pegó en la parte externa del arco que defendió el peruano Pedro Gallese. Ya en el complemento, a los 53, recibió para definir de zurda y sacó un remate cruzado que besó el poste del Orlando City.

Tuvo revancha tres minutos más tarde en una jugada verdaderamente particular, firmando sin duda uno de los goles más llamativos de su carrera. La jugada previa de Jordi Alba se inició atrás de mitad de cancha: el lateral rompió a la defensa rival a pura velocidad, jugó con Suárez y el uruguayo le devolvió de primera. El español la picó, pero llegó justo Robin Jansson para despejarla.

Y allí apareció el protagonismo de La Pulga: la pelota rebotó en el travesaño y Messi la capturó. No se enloqueció, se tomó su tiempo y la acomodó de pecho para hacer pasar de largo con un simple toque a tres rivales. Mientras intentaba empujarla ante el arco vacío, Jansson sacudía el arco tras caer contra la red y el argentino Rodrigo Schlegel lo tironeaba de la camiseta impidiendo que el capitán de la selección argentina alcance a empujarla. Eso, sin embargo, no evitó el primer grito de Messi.

Y primer grito porque apenas seis minutos más tarde apareció con una conexión con su amigo Luis Suárez, que marcó dos goles y dio dos asistencias. Uno de esos dos pases de gol fue para que Leo cruce un cabezazo a los 62 minutos que significó el 5-0.

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