El empresario norteamericano llegó al país para conocer a fondo la realidad del Pincha y está interesado gestionarlo con la irrupción de las SAD.

A pesar de la creciente tensión entre el Gobierno de Javier Milei y la AFA de Claudio Tapia en torno a la implementación de Sociedades Anónimas Deportivas, el fútbol argentino está en pleno proceso de transformación con la entrada de capitales privados en los clubes. Estudiantes de La Plata ha dado un paso clave en este sentido, al avanzar en la incorporación de inversores a su estructura, marcando el inicio de una nueva era en la gestión del fútbol local.

Bajo el liderazgo de Juan Sebastián Verón, el “Pincha” se posiciona como uno de los pioneros en adoptar este modelo, que ha generado controversia en Argentina. Verón lleva meses impulsando esta estrategia, buscando un salto de calidad tanto en infraestructura como en lo deportivo, con el objetivo de volver a pelear campeonatos en el corto plazo.

La última novedad es la posible llegada de Foster Gillet, un empresario de renombre en el ámbito del fútbol europeo. Gillet, quien junto a su socio adquirió el Liverpool en 2007, está evaluando realizar una inversión significativa en Estudiantes. A pesar de que su experiencia en el club inglés no fue exitosa, debido a problemas financieros que lo llevaron a venderlo, su interés en el fútbol argentino podría marcar un antes y un después en la escena local.

Foster Gillett

En una entrevista con La Nación, Gillet expresó su visión sobre el fútbol y la comunidad: “Esto se trata de usar el fútbol para impulsar el concepto de deportes y comunidad. Todos, hombres y mujeres, deben tener el mismo acceso a instalaciones, entrenadores y oportunidades. A través del deporte, los recursos generados llegan a la comunidad. Cuanto mejor lo hagan, más instalaciones y más ingresos habrá, beneficiando a todos.”

El empresario ya habría tenido un encuentro con Juan Sebastián Verón y estaría dispuesto a comenzar de inmediato. Su plan incluye finalizar detalles pendientes en el estadio Jorge Luis Hirschi, mejorar el césped, potenciar el fútbol profesional, promover el fútbol femenino y realizar obras en el complejo de entrenamiento. Sin embargo, todo esto dependerá de que el fútbol argentino ofrezca un entorno más favorable para la inversión privada.

El ingreso de capitales privados en el fútbol argentino ha sido un tema de debate en los últimos años. Para algunos, representa una oportunidad para modernizar la gestión y mejorar la competitividad de los clubes a nivel internacional. Otros, en cambio, temen que esta tendencia pueda llevar a una mayor mercantilización del deporte y a la pérdida de identidad de los clubes tradicionales. Lo cierto es que la discusión ya está en marcha y promete intensificarse en los próximos tiempos.