El piloto neozelandés de Red Bull dio su opinión sobre el incidente que protagonizó junto a Franco Colapinto en el Gran Premio de México.

En el reciente Gran Premio de México, marcado por un inicio caótico debido al choque entre Alex Albon y Yuki Tsunoda, el joven argentino Franco Colapinto vio truncada su carrera con una sanción que generó polémica. A pesar de finalizar en la posición 12, el piloto de Williams se vio involucrado en un incidente con Liam Lawson que derivó en una penalización de 10 segundos y 2 puntos en su superlicencia.

Lawson, quien sustituyó a Daniel Ricciardo en AlphaTauri, ofreció su versión de los hechos. Según el neozelandés, el contacto con Colapinto fue un simple “incidente de carrera”, y considera que la sanción impuesta al argentino fue injusta. “Intenté dejarle espacio en la curva 1, luego le dejé mucho espacio en la 2, pero obviamente llevaba mucha velocidad y, en ese momento, cuando vi la velocidad que llevaba intenté frenar y salir de ahí, pero me quedé sin espacio y fue un incidente torpe”, explicó Lawson, quien se mostró sorprendido por la dureza de la sanción.

La FIA, sin embargo, tomó una decisión diferente. Los comisarios consideraron que Colapinto no mantuvo el espacio adecuado durante el sobrepaso, lo que provocó el contacto con Lawson y, en consecuencia, le impusieron una penalización.

Por su parte, Colapinto expresó su desacuerdo con la decisión de los comisarios. “No es para quejarse, pero creo que los pilotos tenemos que intentar entender qué podemos hacer mejor para no recibir estas penalizaciones”, señaló el joven piloto, sugiriendo que las reglas actuales favorecen a quienes ocupan el interior de la curva, limitando las opciones de quienes intentan adelantar.

El argentino también hizo hincapié en que el daño al alerón delantero de Lawson influyó en la decisión de los comisarios. “Creo que los comisarios no deberían mirar la consecuencia de lo que pasó después del pequeño incidente”, concluyó Colapinto, argumentando que la sanción estuvo más relacionada con el daño al auto de Lawson que con la maniobra en sí.

Este incidente pone de manifiesto la dificultad de juzgar las maniobras en la Fórmula 1, donde los márgenes son mínimos y cualquier contacto puede tener consecuencias importantes tanto para los pilotos como para los equipos.