La casa más famosa del país presentó este lunes los nuevos concursantes y pusieron en marcha un nuevo desafío para la televisión. ¿Podrá levantar el rating?
Desde este lunes, la casa más famosa del país volvió a abrir sus puertas con nueva decoración, nuevas reglas y nuevos participantes. La edición de Gran Hermano 24/25 promete volver a liderar el prime time de la TV en verano.
“Hay un perfil de jugadores completamente diferente esta temporada”, anunció Santiago Del Moro mientras presentaba, uno a uno, a los 24 competidores que vivirán la experiencia de sus vidas y que intentarán pasar a la historia de los GH con su juego y estrategias.
Keila Sosa, de Tigre
Muy verborrágica, Keila asegura que nació para esto. “Quiero ser famosa desde los 3 años”, cuenta en su video presentación mientras confiesa algunas intimidades. “Me hice las lolas pero la verdad es que ya están bastante caídas” y “Mi problema es que primero hablo y después pienso”, son algunas de sus revelaciones sin filtro. Tras definirse como una persona “muy impulsiva y dramática”, asegura que no tolera la traición ni la gente con complejo de víctima. “La gente me ama o me odia, no hay punto medio”, dice esta jugadora que promete mostrarse tranquila con sus compañeros pero hacer de las suyas en el confesionario.
Claudio Di Lorenzo, de Flores
Padre de dos hijos que son “la luz” de su vida, Claudio asegura que le gusta hacer bromas y que cree en la ley de atracción. “Soy uno de los que cree que la tierra es plana y no redonda”, revela este terraplanista que dice haber vivido la experiencia de ver un ovni arriba suyo. Tras advertir que hace reiki, este competidor piensa usar su habilidad para nivelar las energías dentro de la casa. ¿Su plan de juego? Conocer una por una las debilidades y fortalezas de sus compañeros y ver qué fichas mover.
Lourdes Ciccarone, de Mar del Plata
Con mucha actitud y una personalidad avasallante, Lourdes Ciccarone explicó por qué decidió hacer 400 kilómetros para vivir esta experiencia. “Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”, bromea. Tras definirse como una chica “fachera”, “copada” y “graciosa”, esta marplatense asegura tener su autoestima y ego en las nubes. “Entro a un lugar y sé que tengo presencia por mi pelo. Es mi personalidad, me lo tocás y se pudre todo”, advierte sobre su melena enrulada que no pasará desapercibida ante las cámaras. Antes de entrar a la casa, Ciccarone hizo una advertencia: “Tengo novio pero si entro voy a tener que cortar”.
Luca Mateo Figurelli, de Berazategui
Su sueño es ser jugador de fútbol profesional; sin embargo, su mal desempeño como lateral izquierdo y defensor lo dejaron fuera de las canchas. Chamuyero y bastante tímido, Luca es uno de los más chiquitos de la casa. “Amo el streaming, las cámaras y la actuación, a la par del fútbol. Intenté ser streamer pero no me veía nadie”, bromea mientras aclara que está solterísimo y que no tiene estrategias por ahora.
Sandra Priore, de La Plata
“No entro para levantarme a nadie, no es mi objetivo”, es lo primero que aclara Sandra cuando las cámaras se encienden. Y enseguida cuenta el verdadero motivo que la llevó a encerrarse durante varios meses: liberarse de los prejuicios. “El bullying me saca totalmente”, confiesa esta amante de la pesca. “Navegar significa libertad para mí”, revela quien viene a ordenar la casa, cocinar, a ayudar a integrar al grupo y a hacer un poquito de lío cuando sea necesario.
Carlos Tocco, de Ituzaingó
Él promete ser uno de los grandes personajes de esta edición. Empresario de la noche, Carlos es dueño de un boliche bailable y vende lencería en la calle Avellaneda. “Tuve una doble vida durante 25 años, que no terminó bien”, revela mostrando las cartas que va a usar dentro de la casa para impactar con su historia. Fue jugador y técnico de fútbol, sufrió dos operaciones de columna que terminaron en mala praxis y casi queda en silla de ruedas. “Soy picante, sin filtro, no ladro pero muerdo; voy al hueso directo. Quiero que GH 2025 sea el mejor de la historia”, anticipa este participante que eligió un elegante smoking para su debut.
Candela Campos, de Villa Luzuriaga
Estudiante de personal trainer y patinadora profesional, Candela se considera bastante chusma. “Mi estrategia es observar, sonreír y jugar”, señala esta joven a la que le gusta mucho coquetear. “Para mí la edad no importa, estuve con un señor”, se sincera, medio tímida, además de aclarar que ahora está soltera.
Sebastián Bello, de Mendoza
Oriundo de San Rafael, Mendoza, Sebastián llama la atención por su tono de voz. A los 5 años, le sacaron las amígdalas y tiene problemas de hipoacusia por lo que usa audífonos. “Trabajo en el taller mecánico de mi papá, aunque no me ensucio las manos”, advierte quien solo hace tareas administrativas. “Me gusta el chisme, el drama. Lo voy a dar todo”, lanza muy seguro lookeado con un traje azul.
Martina Pereyra, de La Plata
Modelo y contadora, Martina desnuda su personalidad ni bien se prende la cámara. “Grito, puteo y levanto mucho la voz. No sé cocinar y odio limpiar”, aclara esta jugadora que se reconoce muy competitiva y hábil para manipular a los hombres.
Giuliano Vaschetto, de Venado Tuerto, Santa fe
Padre de un hijo de 7 años, este vendedor y practicante de kick boxing asegura que tiene carisma para “encajar, entenderse y empatizar con gente de diferentes clases sociales”. Sin embargo, hay algo que quizá le juegue en contra con las mujeres de la casa: “Soy mujeriego. Nunca creí en la monogamia, va contra mi naturaleza”, se sincera.
Petrona Jerez, de Tucumán
Madre, abuela y esposa, Petrona tiene pinta de ser una gran anfitriona. Fanática de la repostería, cocinera, depiladora, peluquera y enfermera, esta tucumana tiene un problemita que seguramente la convertirá en la gran protagonista de las noches de GH. “Soy sonámbula. Recién me quede dormida en el sillón y me desperté en el baño”, revela entre risas quien asegura que hacer chistes es su gran habilidad. “En mi adolescencia veía mucho el programa y decía: ‘algún día voy a estar ahí’ y mirame donde estoy…’, lanza emocionada mientras repetía que estaba cumpliendo un gran sueño.
Santiago Algorta, de Montevideo, Uruguay
“Me hacen bullying por fachero”, es lo primero que dice este uruguayo al que le gusta seducir todo el tiempo. Tras asegurar que tiene mucha seguridad, Santiago sabe que no va a pasar desapercibido dentro de este reality. “Voy a generar envidia en algunos. Si entra alguien más fachero que yo, va a ser un problema”, advierte quien promete darlo todo.
Chiara Mancuso, de Canning
Ella es la hija de Alejandro Mancuso, el futbolista argentino que pasó por la Selección Nacional y equipos como Boca e Independiente. Modelo, promotora, actriz y bailarina, Chiara confiesa que los jugadores de fútbol son su debilidad aunque no suele durar mucho en sus relaciones amorosas. “Soy fogosa. Los hombres no me pueden seguir el ritmo sexual”, revela mientras se presenta como una gran manipuladora y con alma de líder. Al parecer, su padre no está muy contento con su participación en el reality.
Ulises Apóstolo, de Córdoba
Él se presenta con la letra de la canción de Rodrigo “Soy Cordobés”. Modelo y licenciado en Ciencias Políticas, Ulises se dedica a asesorar a un funcionario provincial en el área legal y técnica. “Escucho cuarteto, la noche de Córdoba es la mejor del país”, dice este joven que nunca presentó una novia. ¿Las razones por las que entró a GH? “Lo que más me interesa de la casa es la pileta porque no tengo ni pileta para lavar la ropa en Córdoba. Además, necesito un enero un poco más fresco que en mi departamento”, bromea.
Delfina De Lellis, de Tres de Febrero
“Vengo a demostrar que las modelos no somos solo una cara bonita”, dice esta morocha que entra al juego para romper con ese estereotipo. Y enseguida, enumera todas las virtudes que está dispuesta a mostrar en pantalla. “Somos inteligentes, podemos pensar y sabemos lo que valemos”. Tras considerarse una persona “hiperactiva”, Delfina asegura que no puede estar acostada todo el tiempo y que tomar sol o nadar serán sus planes favoritos dentro de la casa. “Me gusta pelear, me enoja la mentira y la gente hipócrita”, remata con convicción.
Luciana Martínez, de Santa Cruz
Cuando llegó su turno, Santiago del Moro no hizo ninguna presentación. Es más, dejo que el video hable por sí solo. Primero apareció Jorge Barrionuevo, un joven lookeado con bandana y overol. Sin embargo, al cabo de unos segundos su imagen varonil se esfumó para convertirse en Luciana Martínez, esa chica trans que desde hace más de 10 años es a escondidas. Con siete hermanos, de los cuales dos estuvieron presos, esta morocha se presenta como bailarina, asesora de imagen, administrativa y profesora de danza. “Fluir y ser ella misma” es su meta dentro de la casa. Antes de entrar al juego, esta oriunda del sur quiso decirle tres palabras a su madre: “Perdón, lo siento, te amo”, expresó acompañada por sus amigos, los únicos que saben su historia y que promete contar puertas adentro.
Juan Pablo De Vigili, de Corrientes
Arquitecto y emprendedor, a Juan Pablo le gusta competir y destacarse. Tras confesar que siempre quiso ser actor pero que su padre lo obligó a estudiar una carrera universitaria, este correntino se animó a ir en contra de los mandatos familiares con esta decisión. “Este es mi momento y lo voy a aprovechar, vine a demostrarme que puedo”, indica en su video de presentación.
Andrea Lázaro, de San Cristóbal
Andrea promete ser quien ponga en movimiento a toda la casa ya que es profesora de spinning, gimnasia localizada, GAP y step. “Soy evangelista, divorciada y hace 18 años que no convivo con un hombre”, cuenta esta mujer que es madre y que tiene una debilidad: “Cada vez que se acerca la Navidad necesito estar de novia. Entro a la casa porque quiero conocer gente”, lanza sin filtro.
Brian Alberto
Muy carismático, Brian heredó la profesión de su padre: es vendedor ambulante de la línea San Martín. Allí vende golosinas y alguna que otra vez se ha animado a vender preservativos. Tras confesar que no tiene vergüenza, este joven se define como “muy jodón y cargoso”, por lo que promete volver loco a todo el mundo dentro de la casa. Fiel a su habilidad, se vende como el mejor producto para este GH. “Soy lo nuevo de lo nuevo, una innovación para el programa”, dice con una sonrisa picara.
Jenifer Lauría, de Canning
Ella trabaja con una de las familias sindicalistas más importantes del país: Los Moyano. “Los conozco a todos y buena onda”, dice esta administrativa en la Federación de camioneros. “Chiflada” pero muy divertida, Jenifer revela: “Donde voy llamo la atención por mi forma de ser, soy muy gritona”. También odia la mentira, es muy frontal y suele llevarse el mundo por delante. “No hay otra como yo, todavía no nació. Bah sí… mi hija”, dice con total desparpajo mostrando su personalidad.
Renato Rossini, de Lima, Perú
“He venido a ganar Gran Hermano”, asegura este jovencito que creció con sus abuelos mientras su mamá trabajaba. Estudio administración y marketing, ama entrenar -“levantar pesas me levanta el ánimo”, asegura- y se define como un ser interesante. “Perú en la casa”, grita Renato quien es hijo de un actor muy famoso en su país.
Sofía Buscio, de Villa Urquiza
Apodada “Sopa”, Sofía es experta a la hora de manejar autos y motos. “Me encantan los tatuajes”, reconoce quien tiene flores, una cobra y un león en su piel. Muy segura de sí misma, esta rubia asegura que tiene grandes proyectos y una gran habilidad: leer a las personas como son. “Le pongo mucha onda donde esté y con quien esté”, asegura quien tuvo que renunciar al trabajo para vivir esta experiencia.
Luz Tito, de Jujuy
Ella trabaja en la boletería de la terminal de colectivos de Jujuy. A los 18, no sabía qué estudiar y se fue a trabajar al exterior; así se dedicó a viajar por el mundo. De hecho, está en pareja con un chico de España, con el que tiene una relación abierta. “Soy aventurera, me gusta lo desconocido”, revela, además de destacar que está dispuesta a darlo todo.
Ezequiel Ois, de Ramos Mejía
Considerado el “Bon Jovi del Conurbano”, Ezequiel fue el último en ingresar. Se crió escuchando Guns N’ Roses y Bon Jovi, por eso lleva un look muy al estilo de los ‘80. “Me gusta la rebeldía, diferenciarme estéticamente de otros”, dice este rockstar que toma cama solar, usa chalecos de cuero, gafas estilo aviador y bandanas en su melena larga. “Dentro de la casa siento que puedo generar algo deslumbrante”, anticipa quien minutos después protagonizaría el primer blooper en vivo al caerse en pleno estudio.
Fuente: Infobae, La Nación