Ante la finalización de la actual concesión, la nueva gestión proyecta remodelarlo.
El Luna Park, ese templo del boxeo argentino que ha sido testigo de innumerables batallas épicas, se encuentra en un punto de inflexión. Con el vencimiento de la actual concesión, el estadio podría experimentar una transformación radical que pondría en riesgo su identidad histórica.
La nueva concesionaria, DF Entertainment, empresa vinculada a Live Nation Entertainment, ha presentado un ambicioso proyecto de renovación que implica una inversión de 34 millones de dólares. La propuesta incluye la demolición del estadio actual y la construcción de un nuevo recinto con capacidad para albergar eventos de mayor envergadura, similar al Movistar Arena.
Esta decisión ha generado preocupación entre los fanáticos del boxeo y los amantes de la historia del deporte, quienes temen que la renovación implique la pérdida de la esencia y el encanto del viejo Luna Park.
Cabe recordar que el Luna Park fue fundado en 1931 por Ismael Pace y José Lectoure, y desde entonces se ha convertido en un símbolo de la cultura argentina. Sus paredes han sido testigos de las mejores noches del boxeo argentino, pero también han albergado conciertos, espectáculos y eventos deportivos de todo tipo.
Los actuales propietarios del estadio, la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y Cáritas Argentina, heredaron el inmueble de Ernestina de Lectoure, quien lo legó a la Iglesia Católica. Si bien la decisión de renovar el estadio ha sido tomada en conjunto con la nueva concesionaria, aún resta conocer los detalles del proyecto y cómo se llevará a cabo la transformación.
La pregunta que queda en el aire es si el nuevo Luna Park conservará el espíritu del antiguo o si se convertirá en un mero espacio de entretenimiento más, similar a tantos otros que existen en la ciudad.